El cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez, expresó este domingo su preocupación por los "ataques políticos" a la Iglesia católica en Nicaragua y defendió al papa Francisco, quien ha sido criticado por no condenar al gobierno de ese país que ha reprimido a sacerdotes católicos y otros fieles de esa fe.

"Ciertamente nos preocupa el sufrimiento de nuestros hermanos de Nicaragua, ciertamente el poder emborracha y el poder absoluto corrompe absolutamente, ahora, la reacción de los que quedan afuera es intentar refrescar la memoria del amo de la casa", señaló Rodríguez en la homilía de la misa dominical celebrada en la Basílica Menor de Suyapa en Tegucigalpa, Francisco Morazán.

El arzobispo de la capital hondureña lamentó los ataques contra el papa Francisco a través de las redes sociales porque "quisieran que reaccione como los políticos" y se refirió a que 26 exjefes de Estado escribieron una carta al Pontífice para que se pronuncie sobre la represión del gobierno de Nicaragua al clero.

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"Es bueno, pero "¿por qué no les escriben a los dirigentes políticos del país donde están siendo perseguidos? Es muy fácil echar. Que se quemen otros, es injusto, y nadie sabe que se están haciendo esfuerzos, porque no es una o dos personas, hay muchos sacerdotes en Nicaragua que están en peligro", agregó.

Indicó Rodríguez que a la Iglesia católica "no le toca juzgar a nadie, si no saber que apoyamos a nuestra madre Iglesia y nuestros hermanos de Nicaragua".

¿Ruptura?

Seguido, el cardenal Rodríguez dijo que "es muy fácil una ruptura (con la Santa Sede)", pero que el llamado del máximo líder de la Iglesia católica es a que se se busque el diálogo en Nicaragua porque hay millones de fieles sufriendo.

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El cardenal Rodríguez afirmó que "es muy fácil que se quemen otros, es injusto y nadie sabe que se están haciendo esfuerzos porque no es solamente de una persona o dos, hay muchos sacerdotes en Nicaragua que están en peligro".

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Crisis en Nicaragua

La Policía de Nicaragua ingresó el viernes a la fuerza al Palacio Episcopal de la Diócesis de Matagalpa y arrestó al obispo Rolando Álvarez, a cinco sacerdotes, dos seminaristas, y un camarógrafo, que estuvieron confinados por dos semanas.

Las autoridades acusan a Álvarez de intentar "organizar grupos violentos", supuestamente "con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales".

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Estas acciones de la policía nicaragüense preside al arresto de otros tres sacerdotes y expulsión del país de otros curas y a monjas de las misioneras de la orden Madre Teresa de Calcuta.

Abuso de poder

Además, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez criticó el abuso de poder cuando muchos presumen que son católicos, pero "hay que ver cómo reaccionan y actúan cuando tienen una posición en un gobierno, cuando en un Congreso se tratan de presentar leyes que van contra los valores éticos y morales. ¿Dónde están esos grandes católicos mudos?, reprochó.

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