Un fotógrafo debió huir de Nicaragua, el jefe de un periódico en Guatemala está preso y un portal en El Salvador, procesado. Todo luego de publicar informaciones incómodas para sus gobiernos en Centroamérica, donde el periodismo independiente atraviesa días difíciles.
Tras un año de ocupación policial, la semana pasada el local del diario La Prensa en Nicaragua quedó en poder del Gobierno de Daniel Ortega, que acusó a Juan Lorenzo Holmann, gerente del casi centenario periódico -crítico de su gestión-, de lavar dinero.
Holmann está preso desde 2021 y en abril fue condenado a nueve años de cárcel.
Es el mismo delito que la Fiscalía guatemalteca, respaldada por el presidente Alejandro Giammattei, le imputa al titular de El Periódico, José Rubén Zamora, encarcelado hace un mes.
"Lavado de dinero es cada vez una acusación más frecuente en Centroamérica" para procesar a periodistas, advirtió Carlos Dada, director del portal salvadoreño El Faro, también señalado de blanqueo de fondos.
El Faro ha denunciado negociaciones secretas del Gobierno de Nayib Bukele con las pandillas, a las que luego el mandatario declaró la guerra.
"La concentración de poder en las manos de regímenes autoritarios, cada vez más va consiguiendo silenciar a sus críticos y a la prensa independiente; el acoso es cada vez mayor", aseguró Dada a la AFP.
Los acusados afirman que se trata de casos fabricados para callarlos. En Nicaragua y El Salvador, los gobernantes sostienen que estos medios son financiados desde el exterior para desestabilizar el país y los consideran opositores.
Centroamérica, una región que estuvo afectada por décadas de guerras civiles y dictaduras, tiene democracias jóvenes y golpeadas aún por la pobreza, la violencia y la corrupción.