El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el martes (21.12.2021) que adquirirá 500 millones de pruebas caseras de covid-19, que reforzará el personal en los hospitales y ampliará los sitios de vacunación, como parte de la estrategia de su gobierno para contener el impacto de la variante ómicron.

En un discurso al país cuatro días antes de la Navidad, Biden abordó algunas de las preguntas que consideró se hacen los estadounidenses a medida que avanzan los contagios con la nueva variante.

Y aunque dijo reconocer "lo cansados, preocupados y frustrados" que están sus compatriotas, aclaró que la situación del país no es la misma de marzo de 2020, cuando la pandemia golpeó con fuerza a Estados Unidos.

"Hoy estamos listos", sentenció el gobernante, quien resaltó que a diferencia de entonces "más de 200 millones de estadounidenses han sido completamente vacunados".

"En marzo de 2020 nadie estaba completamente vacunado", acotó Biden, quien conminó a quienes aún no han completado su inmunización que lo hagan. A quines difunden "mentiras" y "desinformación" les pidió que se "detengan ahora"

Medidas adicionales

En concreto, Biden basó su discurso en las medidas que pondrá en marcha para reforzar el plan de combate contra la nueva variante que había anunciado semanas atrás.

La estrategia será reforzada con una serie de acciones para aumentar el apoyo a hospitales, elevar la disponibilidad de pruebas gratuitas y ampliar los espacios para la vacunación.

Biden indicó que ha instruido al secretario de Defensa, Lloyd Austin, para que prepare a unos 1,000 miembros en servicio, entre ellos médicos militares, enfermeras y paramédicos que serán desplegados, de ser necesario, durante los meses de enero y febrero.

También se dispondrá de inmediato de personal médico federal para apoyar a los estados. De entrada, seis equipos de respuesta de emergencia conformados por más de cien profesionales clínicos y paramédicos se desplazarán a los estados de Michigan, Indiana, Wisconsin, Arizona, New Hampshire y Vermont.

500 millones de pruebas

Además, el gobernante solicitará que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) destine personal para un centro de coordinación de respuesta nacional, y que equipos de expertos de esa entidad evalúen las necesidades hospitalarias de los estados y territorios.

El demócrata confirmó que el gobierno federal comprará 500 millones de pruebas para ser practicadas en casa, que empezarán a entregarse a partir de enero.

La compra de 500 millones de pruebas es, según explicó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en rueda de prensa, la más elevada hasta el momento, aunque advirtió que hasta enero no estará disponible esta cantidad.

Psaki recalcó que el gobierno "no va a mandar un test a cada hogar estadounidense", sino que se enviará a quienes lo requieran a través de la página web que se habilitará en enero. De esta forma, quien necesite una prueba gratuita podrá pedirla y tenerla, aseguró.

Las pruebas que se compren estarán entre las ocho aprobadas por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA en su sigla en inglés) de Estados Unidos.

También confirmó que se enviarán decenas de ambulancias a Nueva York, donde además empezará a operar uno de los sitios de pruebas de emergencia que la administración financiará para respaldar la respuesta de los estados.

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