Ellos están en las buenas y en las malas. Ni la pandemia del covid-19 les ha impedido hacer lo que religiosamente hacen todos los meses o incluso cada quince días.

Los hondureños, que residen sobre todo en Estados Unidos, siguen enviando religiosamente las remesas familiares que sirven de colchón cada año para los hogares y, en general, de la economía, porque mantiene la capacidad adquisitiva incluso para personas desempleadas.

De hecho, estas divisas son las que permiten que muchos hondureños puedan vivir el día a día con alimentos en la mesa. En otros casos, sirven para el cumplimiento de metas, como terminar un año escolar, colegial o universitario. Algunos optan por
invertirlos en reparaciones de sus casas o al extremo: la construcción de las mismas.

Captación

Un informe del Banco Central de Honduras (BCH) establece que entre enero y septiembre de este año se registraron $5,242.2 millones por concepto de remesas
familiares, lo que refleja un incremento considerable en relación con el 23 de septiembre del año 2020, cuando se registró una recepción de $3,939.0 millones.

Según las proyecciones del BCH, el crecimiento de las remesas al cierre de este año 2021 será de un 18.7 por ciento, por lo que, al seguir este flujo de ingresos, al final de diciembre estas podrían llegar a más de $7,100 millones.

Al cierre de diciembre del 2020, las remesas sumaron $5,736,6 millones, un monto superior a los $5,522 millones que se recibieron en el 2019, reflejando un aumento de $214.6 millones según el BCH.

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Reflejos

Para el economista Ismael Zepeda, el buen comportamiento del envío de remesas demuestra que los trabajos de miles de hondureños que viven en el exterior están activos. “Los hogares que las reciben mantienen un consumo. Sostienen así la educación para los niños y otros lo necesitan para sus medicamentos".

Entre los factores que han influido en el envío de las divisas figuran el éxodo de miles que se han ido por la crisis pandémica. También, que las personas que antes mandaban, por ejemplo, 200 dólares, hoy se ven obligados a mandar hasta 600 para mantener activos a sus hogares. Todo, gracias a la actividad económica de Estados Unidos.

Por su lado, el jefe del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables de la UNAH, Henry Rodríguez, las remesas siguen dándole estabilidad a la economía de Honduras. “Las remesas familiares
han jugado un papel muy importante en la estabilidad macroeconómica del país y durante la pandemia estas le han ayudado a las personas que las reciben a mantener su capacidad de consumo y también, ayudan a mantener las Reservas Internacionales
Netas (RIN)”.

Encuesta

Según la “Encuesta Semestral de Remesas Familiares”, publicada por el BCH, el 81.3% de los migrantes encuestados indicó que remite remesas en efectivo hacia Honduras, reportando un promedio mensual de $425.20. De ellos, el 54% son mujeres y el 46% hombres; sin embargo, de acuerdo con los datos suministrados, estos últimos envían
mayores montos de remesas.

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