¿Abrirías un correo electrónico que sabes contiene un virus? Estoy segura de que no, porque esto iría corrompiendo poco a poco todos los archivos de tu computador o celular y lo dañarías, probablemente hasta el punto de no poder repararlo.

Lo mismo pasa con los pensamientos y nuestra mente. Piensa en tu cerebro como un PC que puedes programar para que funcione de la mejor forma. ¿Y cómo hacemos eso? Pues con el hábito saludable de cuidar que tipo de pensamientos e información procesamos. O son como un virus que poco a poco van dañando o son maravillosos y van mejorando cada aspecto de nuestra vida.

Seguro has escuchado muchas veces la frase “eres lo que piensas” y la verdad es que así es. Y lo que somos es lo que aportamos a nuestra familia, trabajo, entorno y sociedad. Por eso es tan importante con qué alimentamos nuestra mente, que seamos agentes de cambio para mejorar nuestra vida y por ende la de los que nos rodean. Decía León Tolstói, “todos piensan cambiar el mundo pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo.”

Soy una apasionada de la salud mental porque creo con firmeza que actualmente es uno de los mayores problemas en el mundo. Esto afecta desde el núcleo (la familia), al ambiente laboral y la sociedad en general.

Ahora bien, revisemos como podemos “programarnos” para alimentar bien a nuestra mente. Primero, cuida lo que lees, ves, sigues, de qué tipo de personas te rodeas. De lo que llenes tu cerebro, eso transmitirás. Procura todo sea para beneficio, información que te llene y no reste, personas que irradien energía y paz; y no te la quiten.

Luego, hay que aprender a gestionar nuestras emociones. ¿Cómo? Gestionando nuestros pensamientos, porque toda emoción viene precedida de un pensamiento. Y cada pensamiento tiene un impacto en nuestro cuerpo, esto tiene base neurocientífica y fisiológica pues está comprobado que mente y cuerpo están unidos. Te recomiendo leer a Enrique Rojas, Marián Rojas Estapé y Wayne W Dyer.

Lo que piensas va a determinar tu estado de ánimo, y dependiendo de éste, vamos a interpretar las cosas. Y la felicidad no es lo que te pasa sino como interpretas lo que te pasa. Y todo comenzó con un pensamiento.

Sí, tu salud mental depende del tipo de pensamientos que tengas. Porque mente y cuerpo no distinguen amenaza real de imaginaria y si estás inundándote de cosas negativas, pesimistas, chismes, crítica, victimismo, vas a poner a tu cerebro en estado de alerta, y eso quiere decir que elevarás los niveles de cortisol (hormona del estrés) en tu cuerpo y enfermarás tarde o temprano.

Algunos consejos de los expertos:

  • Analiza tu sistema de creencias y ve si hay cosas en las que debes cambiar la perspectiva
  • Debes dormir bien
  • Procura que las circunstancias externas no alteren tu esencia
  • La actitud es una decisión, decide a diario tener buena actitud ante cualquier situación
  • Tienes que estar claro en que es lo que quieres para tu vida para encaminar todo hacia ese camino
  • Cuida donde pones la atención porque en eso es lo que tu cerebro se enfocará (sistema reticular activador ascendente)
  • Aprende a perdonar y perdonarte, a saber, que eres humano y puedes fallar
  • El miedo, la tristeza y la ira son 3 de las 6 emociones principales. Esta bien sentirlas, debemos aprender a aceptar y expresar todas las emociones, pero gestiónalas para que no inunden todo tu cerebro
  • Cuando tengas un pensamiento negativo, analiza con objetividad la dimensión y visión que debes darle.

Comienza poco a poco, tomando conciencia de cada pensamiento, y decide cual permitirás fluya y cual no. Practica el agradecimiento y la psicología positiva, alimentando tus ojos, oídos, boca y mente solo de cosas positivas y bondadosas. Verás que muy pronto tendrás una mejor actitud, un estado de ánimo genial, y una salud mental más estable. Recuerda, para estar bien con el mundo debemos estar bien con vos mismo. Si sientes que no puedes solo, busca ayuda.

“Cuida tus pensamientos porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras porque se convertirán en tus actos, cuida tus actos porque se convertirán en tus hábitos, cuida tus hábitos porque se convertirán en tu destino.” Mahatma Gandhi.