¿Te has puesto a pensar cuantas veces agradeces en el día? ¿Prácticas la gratitud? El ritmo de vida muchas veces hace que dejemos de lado o perdamos la costumbre de realizar ciertas actividades que son indispensables para nuestra salud mental y emocional. Una de ellas es el agradecimiento.
Es tan importante agradecer a cada instante por todos y por todo, si, hasta por las adversidades. Pero sobre todo por la relevancia de expresar a quienes nos rodean cuanto los queremos, lo importantes que son y cuanto agradecemos su presencia en nuestras vidas. Pero vamos más allá, no es solo un asunto de romanticismo, es científico.
Te voy a contar brevemente a nivel neurológico que sucede cuando lo haces. Cuando tenes pensamientos de gratitud activas un sistema en el cerebro que se llama núcleo accumbens, el cual forma parte del sistema de recompensa del cerebro, que permite la búsqueda de conductas que llevan al placer.
Este núcleo es encargado de la motivación y permite que la voluntad se traduzca en acción. Tiene una gran cantidad de conexiones con el hipotálamo (acá se regulan los patrones del comportamiento y emocionales) y también con la segregación de dopamina (causante de sensaciones placenteras y la sensación de relajación) y serotonina (neurotransmisor que controla emociones y estado de ánimo).
Entonces, si este sistema es el encargado de sensaciones como el bienestar y el placer entendemos que al ejercitar el agradecimiento o la gratitud vamos a estar liberando dopamina y también más oxitocina, que es la hormona encargada del afecto, de la tranquilidad, de recibir reducir el estrés y la ansiedad.
Dicho esto, y conociendo las maravillosas conexiones que se estimulan en el cerebro que llevan a un estado emocional positivo, estable, relajado, con algo tan sencillo como tener el hábito de agradecer, te recomiendo a conciencia ejercer la gratitud, no dejes pasar un día sin hacerlo, ni pierdas la oportunidad de expresarle tu agradecimiento a las personas a tu alrededor.
“La raíz de todo bien crece en la tierra de la gratitud.” Dalai Lama.