El comienzo de la vida escolar suele ser una parte difícil tanto para los padres como hijos, por el apego que se ha tenido durante los primeros años de vida, por lo que es difícil adaptarse al preescolar, pero es necesario para el crecimiento de los pequeños del hogar.

Generalmente la edad preescolar comienza desde los cuatro, cinco y seis años, como etapa preparatoria para la primaria. En esta, se crean estaciones de aprendizaje integral, que comprenden el desarrollo de forma general y sensorial.

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Una pregunta frecuente es ¿Cómo lograr que los niños en esta edad se adapten a la educación preescolar? Pues, la mayoría sufre de miedo, y este es compartido con los padres, al dejarlos ‘solos’, por primera vez.

Esto, en la actualidad ha tenido sus modificaciones con la virtualidad por la pandemia, sin embargo, existen instituciones que han retomado la semi presencialidad.

Por eso es oportuno compartir algunas recomendaciones de expertos en pedagogía y psicología, a la vez, la información compartida en portales educativos. 

Aliviar los miedos de su hijo

En primer lugar, la comunicación entre padres e hijos es primordial para vencer ese miedo de asistir a la escuela, cuando este se presenta, pues hay niños que no lo sienten y se pueden adaptar desde el primer día.

“En los meses y las semanas previos a la escuela, muéstrele gradualmente a su hijo las actividades que suelen hacerse en un salón de clase. Por ejemplo, si un niño acostumbrado a hacer garabatos con papel y crayones en el hogar, se sentirá aliviado de ver que hay crayones y papel en el salón de preescolar”, cita el portal KidsHealth.

Visite el salón de preescolar con su hijo

Esto puede aliviar las preocupaciones por este territorio desconocido. Las visitas también le dan la oportunidad de conocer al maestro de su hijo y de hacerle preguntas acerca de las rutinas y las actividades comunes.

Puede presentarle algunas de estas rutinas y actividades en el hogar para que puedan resultarle familiares.

Mientras esté en el salón de clase, permita que su hijo explore y observe el lugar y que elija si desea interactuar con otros niños.

Esto ayuda a los niños a familiarizarse con el salón de clase y les permite explorar nuevos juguetes que usarán cuando comiencen las clases.

No olvidar una rutina de despedida para generar paz en ambas partes.

Este es un artículo de la versión impresa de tunota. Lea más noticias relacionadas.