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La salud dental de las mascotas es fundamental para evitar problemas en otras áreas del cuerpo. tunota habló con el veterinario Abel Quintana, quien indicó que lo primordial es tener un control veterinario, aún más cuando hay lesiones en las encías o en la cavidad bucal.
Específicamente, cuando se tiene una mascota con una lesión en la encía, “el médico revisará las lesiones si son por traumas o infecciones, y en general se debe mantener la higiene y salud bucal en ellos”, expresó Quintana.
Cepillado dental
Asimismo, hay algunas personas que creen que cepillar los dientes de las mascotas es innecesario, por lo que el veterinario aclaró que, si no se hace, se pueden desarrollar diferentes enfermedades.
“Pueden desarrollar placas dentales, infecciones e inflamación de las encías, gingivitis, infecciones como periodontitis en la raíz del diente, y todo eso genera un cultivo de bacterias que posteriormente pueden pasar al torrente sanguíneo, e incluso llegar al corazón y dañar al animal”, explicó.
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La dentadura de los animales es muy importante, pues algunos no pueden comer bien porque se deteriora demasiado rápido, debido a una mala higiene bucal. Empiezan a perder las piezas dentales, o se van aflojando, les cuesta y duele mucho para masticar, más cuando comen cosas duras, añadió Quintana.
Siempre, la recomendación principal será la evaluación médica y existen algunas recomendaciones de aseo. “Por lo general se hacen limpiezas dentales profundas cada seis meses y se recomienda al dueño el cepillado, si fuera a diario, mejor, pero si no, al menos tres veces a la semana”, indicó.
Alimentos duros
Con respecto al tema de los alimentos duros, hay que tener cuidado con los huesos. Más cuando son duros y grandes, de res o cerdo, dijo el veterinario.
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“Lo ideal sería que no se le diera, pues si no son bien triturados y quedan con estillas, puede dañar las encías, puede provocar laceraciones, infecciones en la boca o heridas. Es muy importante tomar en cuenta que si se alimentan de huesos pueden provocar en algún momento una obstrucción intestinal”, expresó.
En algunas ocasiones se puede llegar hasta intervención quirúrgica, pues “al animal se les forma una masa de huesos y obstruye, y no puede defecar, puede causar dolor, acumulación de gases hasta una torción gástrica”, añadió.
“Por ese motivo no recomiendo que estos consuman huesos, incluso de pollo. Al igual quedan puntas que si no se mastican bien pueden perforar el intestino y lesionar el sistema digestivo”, concluyó Quintana.
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