Al multifacético escritor y director de cine, Boris Lara, lo bombardearon de malos augurios, le insistían que no se dedicara a producir arte porque "un artista no tiene futuro".

“Es un acto de rebeldía hacer arte en Honduras, pelearse contra los prejuicios, ¡hay que levantar las manos aquí!", expresó Lara para resaltar cómo respondió a los llamados para que olvidara el mundo de las letras.

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Su pasión

¿Como se define?, se le consultó a Lara quien contestó con un sencillo “yo cuento historias”, mientras disfrutaba una taza de café en un establecimiento de la capital.

Desde muy temprana edad, Lara era un devorador de libros. Recuerda que, durante una Navidad, cuando tenía siete años, su papá le regaló una caja grande llena de libros.

A esa edad Lara ya estaba leyendo los libros “Las aventuras de los tres mosqueteros” y “volando de la tierra a la luna”, entre otros.

Eso le abrió un universo de fuera de lo común y desde ese momento decidió contar historias, llegó a amar todos los mundos que se le abrieron en cada libro que leía y comenzaron las producciones.

Ha creado dos obras, “El Inquilino y otros Cuentos” y la novela "La llorona: el legado de Cihuacóatl”. En esta última expone situaciones como la violencia doméstica y los factores que la desencadenan.

Mayor logro

Otra de sus pasiones es el cine. Fue el director de "Cipotes, la película " (2017), inspirada en el libro del mismo nombre de Ramón Amaya Amador, escrita en 1963.

Para Lara, ese filme ha sido el mayor logro que ha tenido a lo largo de su carrera porque, de esa forma, celebró los 100 años de nacimiento del famoso periodista y escritor hondureño, ya que considera que es unos de los más grandes autores del país.

“Hay otros mundos y los escritores tenemos la llave para que todos vayamos a verlos”.

Boris Lara. Escritor, cineasta hondureño.
Lara en una reunión de trabajo junto a su equipo de producción. Foto: Cortesía.

En lo que concierne a Boris, en el cine lo más importante es el equipo humano que rodea a un productor, ya que el hacer arte en el cine es trabajar en grupo, no es de una persona individual.

“Los cineastas debemos luchar en Honduras por una carrera universitaria de cine donde se capacite para todo y lograr tener un mejor cine hondureño”, añadió Boris.

Lucha

También considera que una actuación en una obra o cine es buena cuando el actuar mueve el corazón de aquellos que lo hacen.

“El cine no solo es la parte visual y auditiva, el cine tiene que moverte emocionalmente, los sentimientos y cuando una actuación logra transmitir eso y lo sientes en el corazón, ahí está”, explicó.

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Siempre están metido en un nuevo proyecto. Para este año tiene un par de novelas que tiene programado mostrar cuando sea el momento oportuno y está trabajando en una serie de cortometrajes llamado “Claro Oscuro”, las que define como historias negras.

Asimismo, tiene un proyecto en mente que es tomarse el tiempo de enseñar a hacer guiones, ya que es fundamental para realizar una buena producción.

Una de las escenas de una producción de Lara que está por salir. Foto: Cortesía.

Boris hizo un llamado a todos aquellos jóvenes artista a que no se rindan, ya que, lastimosamente en Honduras no hay una academia de actuación profesional que ayude a muchos jóvenes y adultos que quieren adentrarse al mundo del cine.

“Hay otros mundos y los escritores tenemos la llave para que todos vayamos a verlos”, concluyó Boris Lara.

POR: YENIFER OLIVA.

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