Pintor, instructor y una fuente de creatividad, quizá son cualidades de Brayan López, quien a sus 24 años ya ha creado múltiples piezas de arte y ha expandido su talento por diferentes lugares de la tierra que lo vio nacer y a la cual representa en donde va.

Brayan es un hombre con muchos sueños, llenos de pasiones que lucha cada día por cumplir.

Es oriundo de Tegucigalpa, donde aún reside. tunota dialogó con la joven promesa del arte, que sueña en convertirse el mejor retratista del país, un sueño válido cuando su trabajo habla por si solo.

Lea: Hary Ríos, una balletista, maestra y digna representante de la danza hondureña

Formación

Proviene de una familia humilde, con una infancia modesta, donde no le falto nada. Comentó que desde niño tuvo la cercanía con el arte y descubrió su talento.

Fue hasta su adolescencia cuando se interesó aún más por esta rama del arte y comenzó sus estudios profesionales.

“Entre a la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) gracias a mi madre. Ahí fue cuando el arte se volvió una pasión para mí. Estudié bachillerato en Artes Plásticas. Soy instructor de artes certificado por el Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop) y actualmente soy maestro de dibujo y pintura”, detalló.

Brayan López pintando una de sus obras de arte. Foto: Cortesía.

Al ser consultado por la motivación que tiene al momento de realizar cada pieza de arte, Brayan fue claro al decir que es sorprendente lo que puede llegar a lograr con sus manos y, sobre todo, la intención de superarse cada día, le hace trascender.

Pastel y realismo

El capitalino destaca y maneja al dedillo la técnica con de colores pastel y crea piezas realistas, rostros. “Deseo ser un retratista muy bueno, si es posible el mejor retratista de Honduras”. También ha hecho esculturas.

Hasta el momento, no ha destacado en exposiciones, sin embargo, su trabajo es halagado y bien recibido, por los testigos de este.

Asimismo, ha sido resiliente y ha superado cada prueba que ha tenido, incluso, las que le han alejado un poco del arte, como la falta de oportunidades.

“A veces la necesidad de un empleo no nos deja dedicarnos en lleno a nuestra facultad, pero poco a poco en mis tiempos libres siempre le hago un espacio al arte”, añadió.

Sueña en grande

Dentro de su mente hay muchos sueños por cumplir. Uno de ellos es seguir formándose como artista. Lograr una galería propia, donde trabaje y exponga sus piezas de arte.

Asimismo, ser próspero y que nunca falte el arte, amor y las personas que hasta la fecha han sido pilares importantes en su carrera.

“A todos los que quieren dedicarse al arte: échenle muchísimas ganas y corazón, así como yo que aún lucho por este anhelo”, concluyó el artista.

El rostro de un bebé realizado por Brayan López. Foto: Cortesía.

Este es un artículo de la versión impresa de tunota. Lea más noticias relacionadas.

Además: Italo Vásquez, joven saxofonista hondureño que deleita las calles de Valle de Ángeles