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Jaime Andino comenzó a pintar desde una temprana edad, gracias a la influencia de su padre, quien lo introdujo en la pintura y música para dejar atrás los problemas de autoestima.
Actualmente, se desarrolla como pintor de caballete (soporte de lienzo), muralista y con 26 años, ha recorrido diferentes ciudades del país, y ha dejado su huella artística, destacando como un gran pintor.
Siempre ha sido un hombre luchador, que persigue sus sueños, afirmó a tunota.
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Creció en Güinope, El Paraíso, trabajando en el campo juntos a sus abuelos. Ellos le ayudaron a culminar sus estudios.
En 2013 egresó de la secundaria como perito mercantil y trabajó cuatro años consecutivos para ahorrar y perseguir su sueño de ser pintor. En 2018, finalmente pudo ingresar a la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA), gracias al apoyo de la iglesia católica local y otras personas cercanas.
Búsqueda de paz
Jaime Andino mencionó que su inspiración al pintar siempre fue su padre. “Me apoyaba en el dibujo siempre me motivó, me enseñó muchas cosas, ya que dentro de la familia yo no era muy sociable, tenía muchos problemas de autoestima; él me ayudó y me refugió en la música y la pintura”.
Mencionó que sumergirse en la pintura le genera paz y le permite encontrarse con sigo mismo y así plasmar todo lo que siente, “lo que piensa de las personas (…) y no se arrepiente de haber entrado en él”
A la vez, citó que ha tenido algunas dificultades para realizarse como artista en el país, por la falta de oportunidades y poca demanda en este rubro.
“Me ha costado mucho llegar donde estoy. Primero comencé a pintar y no vendía nada, después poco a poco fui dándole publicidad a mis trabajos y empecé a trabajar con retrato a grafito -bien barato-, luego a hacer murales de gratis o por trueques; poco a poco fui difundiendo mis obras en redes sociales y así ir subiendo de nivel. Ahora, pues, gracias a Dios, me llaman bastante para hacer murales o encargos, todo esto es de puro esfuerzo y dedicación”.
“Sigan sus sueños de forma ordenada, sin dejarse llevar por los momentos; se deben prever consecuencias, luchar hasta aprender de los errores y aprender a levantarse cada vez que se caigan”.
Jaime Andino. Pintor hondureño.
Sentimientos
Para Jaime Andino, la inspiración fluye al expresar sus sentimientos y recordar momentos que ya ha vivido, que le han llenado de felicidad. Asimismo, la perfección de la naturaleza y su variedad de colores.
“También me gusta trabajar más en lo astral, en lo que hay más allá de nuestros sueños (al dormir). Quizá hay algo más detrás de ese velo del sueño, eso quiero plasmar en mis pinturas, dar un toque de arte mágico y que los espectadores disfruten lo que yo disfruto cuando las hago”.
