Fernando Palma es un ingeniero industrial originario de Tegucigalpa. Decidió salir del país en busca de su maestría en Taiwán; sin embargo, se encontró con el mundo del entretenimiento taiwanés, en donde está triunfando de manera inigualable.

Este ingeniero de 28 años de edad ha logrado destacar en el país asiático, donde fue reconocido por el gobierno de Taiwán como el primer Latinoamericano en incursionar en la industria del entretenimiento de este país.

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Su sueño es empezar a hacer diplomacia por toda Latinoamérica, velar porque los países del área tengan relación con Taiwán y volverse una figura diplomática para que así en Asia se interesen más por esta cultura.

Preparación desde su infancia

El joven vivió una niñez encantadora. Siempre contó con el amor y apoyo de su familia. Gracias a sus padres Fernando pudo estudiar en las escuelas más prestigiosas del país.

Después decidió estudiar ingeniería industrial en una universidad privada de la capital, siempre con la mentalidad de salir al extranjero en busca de nuevas oportunidades.

“Mis papás lo han dado todo por mí, ellos han sido mi motor y siempre lo van a ser y todo lo que yo hago es para honra de ellos. Siempre me educaron con los más altos valores y principios y eso se repercute en la persona que soy hoy”.

“Mi papá nos crío como todo un caballero. Siempre dijo que a sus hijos iba a educarlos de la mejor manera y que cuando ellos se graduaran optaran por salir al exterior. Gracias a Dios aquí estamos y yo soy un ejemplo de que hay que perseverar para alcanzar cosas grandes y nuevas porque no hay límites”, expresó Fernando.

Desde siempre Fernando supo que le esperaba un futuro brillante y es lo que ha ido logrando poco a poco con su trabajo; no obstante, el hondureño está seguro de que puede lograr mucho más de lo esperado.

Representar a Honduras

Para Palma, representar a Honduras en un país asiático se ha convertido en su pasión. Que lo reconozcan como embajador de cultura ha sido un reto que ha ido superando gracias a su capacidad y ambición.

“Poder hablar en mandarín para mí es muy importante porque es un mercado grande, culturalmente te haces un embajador de todo lo que el mundo no puede ver de Honduras y yo  sabía que soy un tipo carismático, una persona que tiene bastantes talentos; entonces, empecé a tratar de ser una figura, de hablar de mi país y yo mismo me hice mi espacio de desarrollo”, expuso Fernando.

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Una de las mejores experiencias que Palma ha tenido a lo largo del tiempo en Taiwán es que lo ven con respeto y que la sociedad lo perciba como una figura diplomática y seria.

“Un movimiento por los jóvenes es lo que ocupamos y yo podría hacer eso. Un movimiento por los jóvenes en donde empezaría a tratar de rotar posiciones, darles oportunidades, empezar a hacer algo visionario que jamás nunca nadie pueda pensar en un país desarrollado, porque ya se me abrió la mente. Yo sé que podría innovar”.

En la espera de seguir aportando al país, Palma recomienda a los funcionarios la ayuda y el apoyo hacia los jóvenes para poder lograr hacer de Honduras una potencia mundial.

“Lo que yo vengo a ofrecer es imagen, país, proyección internacional de Honduras. Vengo a ofrecer inversión extranjera, orgullo nacional, un montón de cosas que ya tengo, pero como no hay apoyo; están parando un gran movimiento y planes. Los jóvenes tenemos un montón que ofrecer, pero no hay apoyo”, expresó Fernando.

Finalmente, Fernando envió un mensaje para todos los jóvenes que quieren sobresalir de una manera positiva en el país.

“Mi consejo es que si ustedes tienen ‘x’ o ‘y’ sueño, objetivo en su cabeza, en su corazón y realmente lo anhelan, estoy segurísimo que son capaces de lograrlo 100%. Que nada los detenga, que nada les diga que no", dijo.

Añadió que no Hay ningún sueño que no se cumpla con disciplina. "No hay, es imposible. Si nos disciplinamos vamos a lograr cualquier cosa que nos fijemos en Nuestra mente”.

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