Malas señales envían diputados y líderes de partidos políticos en pleno proceso de elección de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), dicen analistas.

La veeduría social sobre el proceso de elección de la CSJ no solo alcanza a la Junta Nominadora (JN) y sus evaluaciones, sino también a los diputados del Congreso Nacional y a los líderes de los partidos políticos.

Algunos califican el comportamiento de la JN como aceptable, transparente y ajustado a las expectativas, pero otros han expresado sus dudas sobre, por ejemplo, los criterios de puntajes en las evaluaciones.

Sin embargo, los temores van más allá y crecen a 16 días de la elección de la nueva CSJ, que tendrá en sus manos los destinos de una Honduras que todavía se mantiene de pie, en democracia y en espera de justicia.

Esto pese a haber sido trasquilada por actos corruptos que permanecen en la
impunidad.

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Sombras

Analistas consultados por tunota coinciden que lo anterior es una realidad.

Que las sombras de la manipulación, el manoseo y las componendas políticas pueden echar al traste las ilusiones de los hondureños que demandan transparencia e idoneidad en la elección de los aspirantes a magistrados.

Arreglos bajo la mesa entre diputados y líderes políticos ya van siendo visibles, expone el analista y sociólogo, Pablo Carías.

“Hay un esfuerzo o intento por tener sus influencias en la Corte y eso quiere decir: manipular la elección en favor de los candidatos que ponderen", expresa.

Las dudas son mayores al tener como antecedentes la aprobación de leyes que están al servicio de grupos espurios y manchados, señala Carías.

Como los denominados "Código de Impunidad" y "Pacto de Impunidad" que han representado injusticias y cartas de libertad definitivas para corruptos que fueron condenados con plenas evidencias de sus actos.

'La repartición'

El temor es que la repartición no genere una Corte independiente, porque con
arreglos no se puede escoger a los mejores, remarca Pablo Carías.

Es por ello que elegir a los 15 magistrados es un proceso complejo. Pasa por las dos grandes fuerzas políticas: el Partido Libertad y Refundación (Libre) y el Partido Nacional (PN), que para algunos expertos pretenden una Corte a su medida: 8-7.

El diputado liberal, Marlon Lara, mencionó recientemente que la institución política a la que pertenece no tiene interés en tener su porción en la CSJ.

Aunque nadie desconoce que el partido de las grandes conquistas sociales controló por décadas ese poder del Estado.

También se espera que el Partido Salvador de Honduras (PSH) tenga su cuota de poder en virtud de lo expresado la semana pasada por su líder Salvador Nasralla, de
que las negociaciones se tienen que hacer con él.

“Se pide integridad, idoneidad y capacidad para las personas que ocupen los cargos de magistrados. La mayor expectativa e incertidumbre está en el Congreso", dice la juez de Ejecución, Mildred López.

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Lo primero debe ser Honduras

Para Luis León, director del Instituto Holandés para la Democracia Partidaria (NIMD Honduras), la expectativa es que, una vez conformada la lista de los 45 abogados aspirantes, los políticos pongan por delante los intereses del país.

De su lado, Rolando Sierra, sociólogo y analista, dice que el gran desafío es fortalecer el sistema de justicia y el Estado de derecho.

“La CSJ es, según encuestas, de las instituciones con menos niveles de confianza y credibilidad de parte de la ciudadanía en América Latina", manifiesta.

Finalmente, al reconocido analista Jorge Yllescas, lo que más le preocupa es la convocatoria que habría hecho el coordinador de Libre y asesor de la presidenta
Xiomara Castro
, Manuel "Mel" Zelaya.

Llamó a las bases de su partido para llegar al Congreso Nacional el día de la elección.