El criminólogo, Gonzalo Sánchez, recomendó que se entreguen a la policía a los implicados en masacre ocurrida la madrugada del jueves en un centro comercial en el bulevar Morazán de Tegucigalpa en la que murieron cuatro personas, entre ellas, el hijo del expresidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa.

Sánchez consideró que de no entregarse a la Policía, los implicados en el crimen podrían ser asesinados en las próximas horas.

“A los que participaron en este horrendo crimen, ellos saben que la Policía Nacional, la Policía Militar y la Policía de Investigación, van a estar en constante persecución, entonces los que les conviene es entregarse a las autoridades, porque de lo contrario, puede suceder que aparezcan muertos, cabe esa posibilidad”, dijo Sánchez a tunota.com.

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“Esto ya se ha visto en algunos casos de que coincidentemente, cuando han asesinado a personas de esta altura, entonces aparecen muertos. Estas personas deben pensarlo bien, porque seguro la Policía ya anda en persecución de estas personas”, añadió.

Por otro lado, consideró que dar con el paradero de los autores intelectuales de la masacre es “difícil”, debido a los “códigos internos” que mantienen las estructuras criminales.

“Detener a los autores intelectuales es difícil, ellos (los hechores materiales) tienen sus códigos de nunca revelar los nombres, pero sépalo que los autores materiales de ese delito, tarde o temprano van a caer”, manifestó.

Sobre el vídeo

El abogado hondureño también manifestó que la forma en la que se llevó a cabo el crimen, demuestra que fue ejecutado por personas entrenadas para ese tipo de hechos.

“Sin duda que es una planificación, hay un seguimiento y una persecución. Es una ejecución, pero no creo que sean policías o militares, porque no van a ser tontos de utilizar uniformes para cometer el crimen y que los identifiquen”, cerró.

Las cuatro víctimas fueron identificadas como Said Lobo Bonilla (hijo de Pepe Lobo), Luis Zelaya (sobrino pólítico del general en condición de retiro Romeo Vásquez), José Salomón Vásquez y Norlan Rivera (chófer de Said).

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