A menos de dos meses de finalizar el año escolar en Honduras son al menos nueves puntos que destacan como "pendientes" en el sistema educativo, mismos que van desde la evaluación diagnóstica hasta entregar dispositivos para clases virtuales, según Mario Alas, investigador y académico coordinador del observatorio de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM).

El experto consideró que estos son resultados "comprensibles" producto de la entrada de una nueva gestión gubernamental y el proceso de transición que ello conlleva.

Sin embargo, luego de regresar a las clases presenciales -tras utilizar el método virtual por la pandemia del covid-19- Alas expresó que los dos grandes pendientes del 2022 fue la evaluación diagnóstica y plan de nivelación para los alumnos.

"Nos permitiera saber cuánto realmente dejaron de aprender nuestros estudiantes en los dos años perdidos de pandemia. Esa evaluación diagnóstica nos permitiría hacer un buen diseño de un plan de nivelación de los aprendizajes", manifestó.

Al respecto, el investigador indicó que el déficit escolar en algunos alumnos provocó que estos necesiten acompañamiento socioemocional, algo que no estuvo presente.

Asimismo, mencionó puntos que fueron ejecutados a medias o en los últimos meses, tal como la entrega de materiales de bioseguridad y la merienda escolar, esta última, hasta finales de agosto.

Vea también: Precariedad en consulados hondureños desentona con los millonarios ingresos

Falta de herramientas

Mario Alas indicó que otro de los problema en el sistema educativo nacional es que los alumnos abandonan los centros educativos por no contar con las herramientas necesarias como una mochila, lápices, libros de texto y cuadernos de trabajo.

"Los niveles de pobreza en el interior del país son tales que un niño puede frustrar su futuro educativo simplemente porque no tiene un lápiz, porque le da pena llegar con materiales dañados, espero que ese tipo de apoyos, mochila y merienda, estén en 2023", explicó el representante de la UPNFM.

Acotó que se deben crear las condiciones para un modelo híbrido (clases presenciales y virtuales) ante pandemias, epidemias y catástrofes naturales futuras que impidan acudir a las aulas, algo que se logrará estableciendo internet gratuito y otorgando dispositivos de trabajo virtual a estudiantes y docentes.

"Las competencias digitales son indispensables para un ciudadano del siglo XXI, no puede mandar a jóvenes de (educación) media que egresan y no saben utilizar una computadora", externó Alas.

Finalmente, en vista que el actual año lectivo (1 de febrero a 30 de noviembre de 2022) esta por terminar y que se descuidaron los puntos antes mencionados es pertinente declarar una emergencia educativa. También espera que estos se aborden en 2023.

Puede interesarle: FAO: 2.6 millones de hondureños están en inseguridad alimentaria y nutricional