El analista hondureño, Graco Pérez, calificó como un "desaire al presidente Joe Biden" la inasistencia de Xiomara Castro, presidenta de Honduras, a la Cumbre de las Américas que da inició este lunes en Los Ángeles, Estados Unidos.

Castro anunció su ausencia y la decisión de enviar al canciller, Enrique Reina, ante la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela, países que mantienen conflictos regionales con Estados Unidos, que no invitó a los presidentes de esas naciones al considerar que violan la democracia.

"Asistiré a la Cumbre solo si están invitados todos los países de América sin
excepción", fue el mensaje en Twitter del 28 de mayo con el que Castro anunció su ausencia de la Cumbre de las Américas que se celebrará del 6 al 10 de junio.

En ese sentido, Pérez indicó que "es lamentable perder una oportunidad para el país de estar frente a la máxima autoridad del país más poderoso del mundo; plantearle algunos problemas que tenemos y buscar el apoyo para solucionarlos, especialmente en el área, comercial, migratoria, de derechos humanos y democracia".

Según el analista, al ser Estados Unidos el principal socio de Honduras, las implicaciones "serán grandes al hacerle este desaire al presidente" Joe Biden.

"Es la oportunidad más grande de sentarse frente al presidente de Estados Unidos y que conozca los problemas de Latinoamérica y el enfoque que se tiene desde el resto de países del continente", agregó Pérez.

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Repercusiones

Pérez consideró que Honduras está "perdiendo una gran oportunidad de servir de interlocutor entre Estados Unidos y demás naciones centroamericanas".

"Las consecuencias las veremos en diferentes ámbitos. Concretamente en la lucha contra la corrupción, la presencia de la CICIH ( Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad) y en otros temas que dependemos del Gobierno de los Estados Unidos", apuntó.

Además, manifestó que la ausencia de Xiomara Castro es más por una cuestión de afinidad política, de simpatía y relaciones personales e ideológicas con las naciones ausentes, que son gobernadas con modelos de izquierda.

"Esto no se puede interponer en los intereses de la población para que haya inversión, generación de empleo y la lucha contra la corrupción y el narcotráfico", expuso el analista.

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