El expresidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa, confirmó que otro de sus hijos salió ileso de la masacre en la que murió su otro vástago, Said Lobo Bonilla, de 23 años, y tres jóvenes más, al salir de una discoteca en Tegucigalpa, Francisco Morazán.

Lobo Sosa llegó a un edificio comercial del bulevar Morazán, donde se registró la masacre, perpetrada supuestamente por la Mara Salvatrucha MS-13, según la información preliminar de la Policía Nacional.

En declaraciones a Diario Matutino de HRN, Lobo Sosa aseguró que sus dos hijos, Said y Luis Lobo Bonilla, salieron con sus amigos y en la madrugada le informaron del asesinato de uno de ellos.

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"Mi hijo (Said) andaba con su motorista y a mi otro hijo no le pasó nada porque él veía manejando el carro. Andaban con sus amigos y sucedió lo que sucedió", lamentó el exmandatario Lobo.

Lobo Sosa dijo también que su hijo Said tenía varios días de estar en Tegucigalpa, pero su residencia la tenía en Catacamas, Olancho, al oriente del país.

MS-13 estaría detrás de la masacre

En la masacre, que según las autoridades policiales pudo cometerla la Mara Salvatrucha "por encargo", murieron cuatro personas, entre ellas Said Lobo y su chófer.

Otra de las víctimas es Luis Zelaya, sobrino político del exjefe de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez, y otro joven.

Lobo Sosa no descartó que la muerte de su hijo y demás amigos haya sido planificada y pidió a las autoridades que investiguen a fondo.

Tres de los jóvenes eran amigos y participaban en una fiesta de emprendedores, según se informó de manera preliminar.

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