“Las necesidades en el hospital son infinitas”, denunció el director del Hospital General San Felipe, Carlos Roberto Murillo, quien aseguró que el gasto en oxígeno es insostenible, el 80% de los baños no funcionan y no hay reservas de agua.

Asimismo, el equipo de cirugía es poco y desfasado; estas son algunas de las precarias condiciones en las cuales opera actualmente el Hospital San Felipe en la capital de Honduras.

Urge máquina para oxígeno

Según informó el director del hospital, en los dos últimos años para “la época más alta de covid-19, el gasto en oxígeno estaba entre 5 y 6 millones de lempiras al mes. Las facturas que salían del hospital eran, aproximadamente, de 11 millones de lempiras cada dos meses solo en oxígeno”.

Al identificar este enorme gasto solo en oxígeno, las autoridades del hospital están considerando la compra de la segunda máquina para producir oxígeno para los pacientes del hospital. “Ya tenemos una máquina de oxígeno, pero es de 1998 y está desfasada, solo produce 24 tanques de oxígeno al día y es una cantidad muy baja”, informó Murillo.

Esta máquina (que desean adquirir) produce hasta 100 tanques diarios y en épocas con alto contagio de covid-19 el hospital debe atender hasta 150 pacientes contagiados. Además, la capacidad asistencial para contagios por covid-19 apenas supera las 100 camas.

“Cuando tenemos entre 100-150 pacientes hospitalizados, necesitamos una cantidad de oxígeno más alta, hasta 200 tanques de oxígeno diarios. Esta máquina que puede producir hasta 100 tanques diarios, cuesta alrededor de 10 millones de lempiras”, comentó el director del centro asistencial. Por este motivo, “la inversión sería una muy buena idea”, detalló.

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En total, el Hospital San Felipe tiene capacidad médica para 288 pacientes distribuidos en todas las salas; el gasto total del hospital entre los años 2020-2021 fue de 130 millones de lempiras. En este momento, de acuerdo con las autoridades, no hay recursos más que los fondos recuperados del hospital con los cuales están operando.

Gestiones de los miembros directivos

Los miembros directivos del hospital, a través del comité Pro-Ayuda del Hospital San Felipe, han tenido conversaciones con la empresa privada, con Cancillería, la embajada de Japón, de Estados Unidos y de Taiwán para solicitar ayuda económica, no solo para la compra de la máquina de oxígeno, sino para proyectos de necesidad inmediata para el hospital.

En este sentido, “uno de los proyectos es cambiar la bomba de cobalto que es de los años 60”. Las bombas de cobalto son necesarias para tener ofrecer mejores y más acertados diagnóstico para los pacientes oncológicos que solicitan asistencia médica en el Hospital San Felipe.

Además, es necesaria la adquisición de un acelerador lineal, comentó el doctor Carlos Murillo. “Trataremos de que la empresa privada nos ayude, pero sobre todo las embajadas porque tenemos buenas opciones con ellos. Tenemos que entrar en pláticas, tal vez nos pueden ayudar como en épocas pasadas, especialmente Japón y Estados Unidos”, concluyó.

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Necesidades

“Las necesidades en el Hospital San Felipe son infinitas”, lamentó el nuevo director del hospital, quien tomó las riendas del centro asistencial en febrero. Para el correcto funcionamiento, hace falta equipo de radiología y equipo para cirugía. Aunque el hospital cuenta con un personal de cirujanos calificados, hay pocos quirófanos, equipo y materiales para laboratorio y medicamento.

Asimismo, una de las necesidades prioritarias para el hospital es el abastecimiento de agua. En todo el hospital no hay tanques para reserva o almacenamiento de agua en ninguna sala, ni siquiera en las salas de cirugía.

Acerca del abastecimiento de agua, Murillo comentó que en ocasiones ni siquiera tienen agua para lavarse las manos para los procedimientos quirúrgicos. “A veces nos tenemos que lavar con suero; nosotros queremos que cada sala del hospital tenga su propio tanque de abastecimiento y bomba de agua”, dijo Murillo a tunota.com.

Agregado a esto, denunció que más del 80% de los baños del hospital no son funcionales. “Los baños están prácticamente destruidos, en algunos no hay iluminación, no tienen lavamanos. Son necesidades básicas en cualquier hogar, no digamos en un hospital”.

Techo cayéndose en sala pediátrica

Murillo denunció a Noticieros Hoy Mismo que el techo y cielo falso en la sala pediátrica se están cayendo a pedazos. “Tenemos un serio problema con el techo y cielo falso, se está cayendo. Se está cayendo en pasillos y en diferentes salas, estamos desplazando áreas de cielo falso localizadas en sitios de menos riesgo para pacientes hacia áreas donde están los pacientitos para que las láminas los protejan”.

“Si recibimos ayuda de empresas privadas y organismos internacionales que tengan interés en recuperar el hospital, podríamos darle un cambio drástico al hospital en 12 meses. Tenemos el apoyo del ministro de Salud, José Manuel Matheu y tenemos el apoyo de la Presidenta del Poder Ejecutivo”, concluyó Murillo.

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