En las últimas horas del sábado, el fiscal del Ministerio Público hondureño, Edson Gladimir Godoy Cárcamo, confirmó que su hermano era una de las siete personas fallecidas.

"Solo expresarles de manera rápida que, por la ola de violencia en el país, ha fallecido entre todos mis hermanos Kelvin Godoy Cárcamo. Solo pedía a Dios en mis oraciones que cuidara a mi hermano, pero igual lo alcanzó esta situación. En este momento no tengo palabras correctas", declaró el fiscal.

Seguidamente, manifestó que pronto dará a conocer el lugar en dónde se desarrollará su velatorio y sepultura. "En este momento estamos en trámites de retiro del cuerpo de la morgue judicial", prosiguió.

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Godoy Cárcamo sobrevivió al ataque, situación que provocó el auxilio por parte de paramédicos de la Cruz Roja Hondureña, quienes lo trasladaron hacia el Hospital Escuela (HE).

Sin embargo, cerca de las 4:40 de la tarde y después de dos horas de batallar por su vida, se confirmó que se convirtió en la última víctima del violento suceso. Según fuentes oficiales, la balacera se perpetró con armas de grueso calibre AK-47. Se hallaron cerca de 100 casquillos en el perímetro.

"No me sirven los pulmones" y "¡Agua! Dame un poquito de agua", fueron algunas de sus últimas palabras.

Resto de muertos

En la masacre, que se registró en la primera avenida de Comayagüela entre la 1:00 y la 1:30 de la tarde, murieron otras seis personas. Cuatro eran mujeres y dos eran hombres: Johana, Scarleth, Gaby, Manuel (30), Jorge Cerrato Figueroa (55) y Jahaira Hernández (32).

Horas después, la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) informó sobre el hallazgo de dos vehículos que habrían sido utilizados en el crimen: un Toyota Corolla rojo y un Hyundai Elantra azul. Uno de ellos había estado involucrado en un secuestro que se reportó el 26 de febrero de 2023, también en la capital hondureña.

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