El Ministerio Público logró este miércoles la confiscación definitiva de 25 bienes ligados al exempresario hondureño Rubén Alberto Mejía Mejía, alias "Yuquita", asesinado a disparos en San Pedro Sula en junio del año 2014.

El fallo de extinción confiscatoria se dictó sobre inmuebles ligados a Mejía Mejía, los que ahora pasarán de forma definitiva a favor del Estado.

Entre los bienes se encuentran residencias y terrenos, ubicados en la zona norte del país, cuyos titulares de derecho son familiares del "Yuquita", quien mantuvo nexos con el narcotráfico y el lavado de activos, según la Fiscalía.

Según el Ministerio Público, los bienes fueron adquiridos producto de actividades ilícitas por una organización liderada por Mejía Mejía y otras personas vinculadas a ese ciudadano, como socios del rubro inmobiliario, constituido en su mayoría en San Pedro Sula.

Asimismo, son seis sociedades mercantiles y ocho bienes inmuebles, los que serán removidos a nombre del extinto empresario.

De acuerdo al expediente, estos bienes están situados en la zona noroccidental, específicamente en los departamentos de Cortés y Santa Bárbara.

Los mismos estaban inscritos a nombre de familiares del fallecido, entre ellos: Carmen Larisa, Rubén Alberto, Gabriel Alejandro y Lorenzo Alberto Mejía Fajardo.

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Investigación

Desde aproximadamente 2008, la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) le seguía los pasos a "Yuquita".

Un informe del Ministerio Público identificó que la estructura criminal de Mejía Mejía se dedicaba a transportar droga desde Honduras a Guatemala y El Salvador.

Pese a que sus actividades estaban en la mira de las autoridades, fue hasta en 2011 que se abrió un expediente para identificar a sus socios, amigos y las operaciones que hacía.

Según las investigaciones de la DLCN, la estructura de "Yuquita" trabajaba con carteles locales y extranjeros en el tráfico de droga, armas y lavado de activos.

"Yuquita" empezó operaciones trabajando al servicio de José Israel Pineda Duarte, alias "Paico", pero después de unos años se independizó y estableció su propia red con la que transportó por la vía terrestre cocaína y seudoefedrina.

En poco tiempo fue creciendo, por lo que se vio obligado a crear empresas, buscar amigos y familiares para lavar el dinero que obtenía de los ilícitos.

Más adelante, los vínculos con otras organizaciones se fueron ampliando, estableciendo alianzas con mexicanos, guatemaltecos y hondureños, entre los que figuran Carlos Fernando Santos, Vladimiro Paredes Paz y otras personas con las que, según el informe, compró propiedades en Copán, Potrerillos y San Pedro Sula.

Mejía Mejía fue asesinado con dos de sus guardaespaldas el 18 de junio de 2014 en la colonia Universidad, en San Pedro Sula, Cortés.

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