El 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, cuyo origen tiene lugar hace casi 1,300 años en la Iglesia Católica, aunque la festividad religiosa no se conmemora en todos los países.

El calendario de la Iglesia Católica marca el 1 de noviembre la solemnidad de todos los santos, y el 2 del mismo mes la conmemoración de los fieles difuntos para honrar a los seres queridos que han dejado el mundo terrenal.

Como es tradición, en la festividad las personas acostumbran a ir a los camposantos a limpiar las tumbas de sus parientes y las adornan con flores y coronas naturales o artificiales.

No obstante, la víspera se ve "empañado" ante las celebraciones en muchos países del último día del mes de octubre, llamado Día de las Brujas o Halloween.

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Halloween, ¿fiesta pagana?

Al respecto, el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez pidió el domingo 31 de octubre a no comenzar noviembre con terror porque el Halloween es una fiesta pagana que aleja del amor de Cristo.

En ese sentido, el Arzobispo de Tegucigalpa explicó que el Día de los Santos recuerda el llamado de Dios a cada persona o a cada bautizado a la santidad.

"El 2 de noviembre es la conmemoración de los fieles difuntos, el amor que ha unido a los seres queridos no termina cuando llega la muerte, continúa y por eso hay que recordarlos, no con miedo no con angustia, sino con amor", dijo Rodríguez.

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Como tradición, el 1 de noviembre los hondureños acuden a los cementerios a enflorar las tumbas de los niños que han muerto, considerando que son santos porque murieron sin pecados.

En tanto, el 2 de noviembre se recuerda a los seres queridos que murieron adultos y por quienes sus familiares oran, les llevan flores y, de acuerdo a su lugar de origen, llevan serenatas y comen al lado de sus tumbas.

Dato

Fue el papa Gregorio III que consagró la capilla en la Basílica de San Pedro en honor a todos los Santos en el siglo VIII, y el papa Gregorio IV en el año 835 estableció el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos para honrar a los mártires.

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