Las reformas de la Ley de Energía Eléctrica señaladas como polémicas por el sector empresarial, como la cancelación del Operador del Sistema (Ods) y el justiprecio en la renegociación de contratos energéticos, se aprobaron recientemente en el Congreso Nacional (CN) tal y como fueron enviados al Poder Ejecutivo.

Esto, a pesar de la amplia socialización que sostuvieron los diputados del CN con los diferentes sectores del país. Las reformas dejan una serie de opiniones encontradas, ya que por un lado se reconoce que varias de ellas eran necesarias para buscar una solución a la crisis de la estatal eléctrica.

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Sin embargo, los consultados señalan que hay otras reformas que pueden significar un severo retroceso. El objetivo de las reformas en el sector eléctrico, dicen las autoridades gubernamentales, es rescatar a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) que acumula una deuda superior a los 75 mil millones de lempiras.

No obstante, expertos en el tema consideran que es un plan ambicioso, ya que, para ello, la Enee requiere una suma millonaria para invertir en el sistema eléctrico nacional.

La Ley Especial de Energía contempla una reestructuración del personal de la Enee, un plan para reducir las pérdidas y una investigación sobre el contrato manejado por la Empresa Energía Honduras (EEH).

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