Los traficantes de droga han instalado sus fábricas clandestinas, los narcolaboratorios, en el corazón de los bosques hondureños: las zonas de reserva forestal.

De 60 sitios de procesamiento de droga que fueron desmantelados por las autoridades militares y policiales, entre enero de 2014 y marzo de 2023, en distintos sectores selváticos o bosques, casi la mitad (27) estaban situadas en las áreas declaradas bajo protección. 

tunota.com confirmó que esos narcotalleres estaban en dichos santuarios de flora y fauna al cruzar la información de las coordenadas de sus ubicaciones, obtenidas mediante solicitudes de información hechas a la Policía Nacional y la Secretaría de Defensa, con la base de datos del Geoportal del Instituto de Conservación Forestal  (ICF).

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La combinación de estos registros permitió diseñar un mapa con los puntos exactos en donde fueron montadas las fábricas ilegales de pasta de cocaína y marihuana .

La región más afectada por estas "maquilas del narcotráfico" es el Parque Nacional Sierra Río Tinto (69,080 hectáreas de extensión), en Colón y Olancho, en el noreste del litoral atlántico, donde fueron encontrados 16 narcolaboratorios.

Mientras, en la Reserva de la Biosfera del Río Plátano, la más grande de Honduras, con un área de 890 mil hectáreas, ubicada entre Colón, Olancho y Gracias a Dios, se detectaron cinco narcolaboratorios.

Por su parte, en la reserva de la Montaña del Botadero y en una área con plan de manejo del sector de Gualaco, Olancho, se detectaron dos instalaciones de producción de drogas.

Las autoridades también realizaron el hallazgo de seis narcolaboratorios en dos áreas de titulación indígena en playas del mar Caribe de Iriona, Colón.

De acuerdo a Defensa, algunos de los narcolaboratorios encontrados en los bosques tenían 10 años de estar funcionando, lo que evidencia que es un fenómeno en expansión.

"Los narcotraficantes han encontrado (en Honduras) una tierra fértil para poder sembrar toda esa cocaína", pues muchas mucha parte del territorio es selvático y "poco supervisado por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas", indicó el jefe de Asesoría Legal de la Asociación por una Sociedad más Justa, Kenneth Madrid.

Zonas (no tan) protegidas

Las áreas protegidas se establecen con el objetivo de proteger la biodiversidad y los ecosistemas de la actividad humana, conservar los recursos naturales y promover el desarrollo sostenible.

En teoría, las zonas de reserva forestal y, en general, los bosques, son reguardados por una serie de leyes, como la Ley Forestal Áreas Protegidas y Vida Silvestre.

Pero el recurso humano es poco para cumplir esa misión , pues el Batallón Verde de las Fuerzas Armadas cuenta con 3,000 soldados y el ICF con 125 guardabosques.

Lo anterior implica que hay unas 3,125 personas encargadas de preservar 3.9 millones de hectáreas de zonas protegidas, lo que equivale a que cada uno resguarde  un bosque del tamaño de 1,235 campos de fútbol.

Fábrica en crecimiento

El aumento de destrucción de narcolaboratorios ha ido de la mano con el repunte en la inhabilitación de espacios de cultivo, las que casi siempre una están en un mismo predio. 

De 2014 a 2019, las autoridades destruyeron 15 narcolaboratorios, lo que es lo mismo, un promedio de tres al año.

Pero la cifra creció entre 2019 y 2020, ya que la media aumentó a 12 anuales, producto de 47 destrucciones.

De igual manera, las agencias antidrogas han destruido en ese lapso 9.5 millones de plantas de hoja de coca, de las que el 70% han sido desde 2022 a la fecha.

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Mientras, una tendencia fluctuante se reporta en la destrucción de arbustos de marihuana: en 2014 se hizo el exterminio de 13 mil plantas, el año siguiente no se hizo ninguna y en 2016 se contabilizaron otras 13 mil.

El pico más alto se produjo en 2017, cuando se destruyeron 1.9 millones de plantas, pero luego los registros fueron a la baja, de tal suerte que en 2022 se destruyeron 464 mil y de enero a marzo de 2023 quedaron sin funcionamiento unas 152 mil.

El viceministro de Defensa, Elías Melgar Castro, indicó que la lucha no solo se centra en la destrucciones de los planteles, sino que se pretende limitar el accesos a los insumos que se usan para la fabricación de la pasta de cocaína. 

"Sí, es que se va caminado en ese sentido, para tratar de reducirles el acceso a los insumos a los precursores que utilizan para la fabricación en la zona", acotó. 

Una de esas medidas debe ser el endurecimiento de las leyes que permiten la importación de los químicos, consideró. 

En los narcolaboratorios han sido encontradas balanzas que se usan para pesar las sustancias que se utilizan para la fabricación de cocaína y la cocaína misma. Foto: Defensa.

Aumenta  la degradación del bosque

Honduras cuenta 91 áreas protegidas que abarcan una extensión aproximada de 3.9 millones de hectáreas, lo que representa el 36% del territorio nacional.

Las áreas que abarcaban los narcolaboratorios suman 1,050 hectareas, es decir representan un 0.02 % de  de todo el espacio forestal protegido.

Al respecto, el director del ICF, Luis Soliz, considera que, aunque el espacio de los narcolaboratorios son ínfimos en comparación con el extenso bosque protegido, ya se comienza a registrar un aumento en la degradación de la vegetación arbórea y existen sospechas de que es producto de la narcoactividad.

"Hay un aumento de la degradación del bosque, hay un aumento en la media que teníamos de los últimos cinco años, ha aumentado un 16%...y nosotros estamos presumiendo que ese 16% es por cultivo de coca",  expresó el funcionario.

Ese aumento porcentual representa que ahora el área degradada pasó de 40 mil hectáreas a 45 mil en ese lapso, precisó Suazo.  

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No obstante, Suazo aclaró que un bosque degradado puede ser recuperado en tres años.

Los laboratorios donde se fabrican o procesan sustancias ilegales relacionadas con el tráfico de drogas, como la metanfetamina, la cocaína y la heroína, pueden ser desde pequeñas cocinas clandestinas hasta instalaciones industriales más grandes.

De igual manera, implica el uso de sustancias químicas peligrosas que pueden contaminar los ríos, suelos y aire de la zona.

Unos 60 narcolaboratorios han sido destruidos desde 2014 a 2023, de acuerdo a las autoridades. Foto: Defensa.

¿Guerra perdida?

La destrucción de las fábricas de droga, dice el viceministro de Defensa, si bien es un golpe a las estructuras criminales, esta siguen vivas.

"Porque recuerden que ustedes desmantela una estructuras y de la misma, pues se desprenden a otras estructuras parciales o nacen o se crean nuevas estructuras".

Para el exfiscal del Medio Ambiente,  Aldo Santos, la falta de seguimiento a los casos de los depredadores del bosque hizo que narcotraficantes pusieran sus ojos en estas zonas para instalar sus laboratorios.

"Recuerdo que algunos de los expedientes por daños ambientales era contra algunas personas que fueron extraditadas o acusadas por narcotráfico", indicó Santos.

De tránsito a productor

La proliferación de plantaciones y narcolaboratorios muestran que Honduras pasó de ser un país puente para el trasiego de cocaína proveniente de Colombia en la década de los 80 a una sede productora del alucinógeno a partir de 2014, aproximadamente.

Durante la transición, en los últimos 20 años se fueron formando y consolidando bandas de narcotraficantes que se dividieron el territorio para transportar la droga que mandan carteles colombianos y entregarlos a los mexicanos.

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