Asesinatos y atentados contra candidatos, entre otros elementos, han generado incertidumbre dentro de la ciudadanía de cara a las elecciones generales del 28 de noviembre.

Según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, del 23 de diciembre de 2020 al 14 de noviembre de 2021, al menos 64 personas han sido víctimas de la violencia política.

Este complicado ambiente ha hecho que diferentes sectores de la sociedad civil, empresarios y la comunidad internacional realicen intensos llamados para que el evento se realice de forma pacífica y se fortalezca el sistema democrático.

En ese contexto, el analista en gobernabilidad democrática, Omar García Calderón, conversó con tunota.com y expuso, junto a otros puntos, que la clave para lograr una democracia distinta radica en la votación masiva.

P: ¿Cómo se siente a pocos días de las elecciones generales?

R: Estoy tranquilo. Deseo, eso sí, que se desarrollen de la forma más cívica posible. Tenemos que salir a votar tranquilos, me motiva ver que que la gente quiere salir a votar. Y ahí está la clave. Es positivo para todos que la gente salga a votar, solo así se disminuirá la posibilidad de un fraude mayúsculo. No comamos ansias, salgamos a votar.

P: ¿A qué se puede atribuir tantos atentados y asesinatos contra candidatos políticos en los últimos días?

R: Bueno, aquí es importante subrayar que en nuestro país, de alguna u otra forma, existe inmiscusión del narcotráfico y del crimen organizados en los partidos políticos.

P: ¿Entonces no es una disputa entre partidos ?

R: No estoy viendo ni encontrando eso. Estoy observando, más bien, una serie de situaciones elaboradas para desmotivar la votación masiva por parte de la población. Hay muchos sectores a los que no les conviene que entremos a una democracia distinta a la que tenemos, es decir, una democracia que tradicionalmente ha sido frágil.

P: ¿Vamos a las elecciones con mayor polarización en la historia?

R: Creo que sí. Desde el proceso electoral de 2013, Honduras se ha convertido en un campo de batalla, existe una confrontación de ideas insana.

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P: ¿Debería la institucionalidad proteger a los candidatos?

R: Es que la institucionalidad fue creada para ello. Sin embargo, en un país con altos niveles de corrupción e impunidad, como Honduras, la efectividad de la institucionalidad disminuye. Los alcaldes y los diputados no deberían necesitar custodios. No es extraño que existan esos atentados por parte de grupos que han logrado una cuota de poder en el sistema partidario y que ven una amenaza en que las personas quieran acudir de forma masiva a votar.

P: ¿Cómo cambiar eso?

R: Sencillo, con una votación masiva, ciudadana y cívica donde la gente vote sin miedo. Lo peor que le puede pasar a Honduras es que la gente decida no ejerce el sufragio, recuerde que el abstencionismo es un espaldarazo para esos grupos antidemocráticos.

P: ¿Considera que el CNE ha despejado suficientes dudas con respecto a los resultados electorales preliminares?

R: No, el Consejo Nacional Electoral (CNE), lamentablemente, continua partidizado y lo único que nos ha dado es un llamado a votar. No obstante, hay muchas decisiones que debieron haberse tomado desde antes. Además, el CNE nos está debiendo la correcta aplicación de la Ley Electoral.

P: ¿Han sido suficiente las reformas electorales?

R: No, el Congreso Nacional nos ha quedado a deber la correcta Ley Electoral, que con dignidad debimos haber recibido los hondureños. En ese sentido, el tripartidismo nos robó, entre otras cosas, la posibilidad de la segunda vuelta electoral. Tampoco han endurecido asuntos como la rendición de cuentas. Observe al partido de gobierno lo exageradamente "gastón" que ha sido en este contienda. Yo calculo, no de forma especulativa, sino que desde mi preparación, que han gastado cerca de mil millones de lempiras en propaganda. Una barbaridad.

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