Comenzamos el año educativo 2021 con muchas expectativas, con la mirada puesta que este año sea diferente al 2020, que cerró con cifras alarmantes, según los colegios magisteriales con más de dos millones de estudiantes de todos los niveles educativos que abandonaron las aulas, y emprendieron otras actividades en medio de la pandemia de la covid-19, a todas luces, no será fácil, será siempre atípico, porque se tendrán que recurrir a la tecnología con cobertura para todos los estudiantes, que es un sueño,  y por supuesto la fortaleza que debe presentar el trinomio padre-estudiante- maestro.

Para expertos la educación pública en honduras el año pasado orilló a un aprendizaje casi deficiente, y no es para menos, nadie estaba preparado, pero ¿cómo enfocar la estrategia publica para obtener resultados positivos?, cuando un estudio de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, revela que apenas 16 de cada 100 hondureños tiene acceso a un ordenador en el área urbana, mientras que en el área rural donde se concentra la mayor población infantil apenas el 1.9 por ciento tiene un ordenador, vea a lo complejo que se enfrentara la política educativa pública, en el caso de los institutos privados ya valoran lo suyo.

La secretaria de Educación propone un plan estratégico, aunque con escepticismo, por lo menos hay interés en arrancar bien este año, se buscará una conectividad mayor en todo el país y se pretende un ordenador para estudiantes no a todos porque sería soñar en Honduras, aquellos estudiantes que no tengan internet, se les entregará el material educativo, libros, cuadernos y folletos, entre otros. Y en los centros educativos, se buscará descentralizar algunos programas de financiamiento a fin de que las alcaldías lo manejen, y no se descarta el pilotaje en algunas escuelas y colegios.

Sin embargo, hay quienes no creen en la efectividad de la estrategia pública, aseguran que apenas 300 mil estudiantes lograron conectarse en internet para recibir sus clases en el 2020, en otros casos los maestros utilizaban algunas redes sociales para dar el pan del saber y otros recibían sus clases  en la educación televisiva, lo que es cierto es que hay poca claridad, y esto pone dudas en lograr los objetivos, ojo, no es que seamos pesimistas, sino que en Honduras vivimos una realidad que es latente ante nuestros ojos y el mundo, el limitado acceso al internet, y una empresa estatal como Hondutel quebrada financieramente, en fin, es la peor cruz que cargan los padres y alumnos de bajos recursos económicos, en este calvario llamado sistema educativo público.

¿Habrá que fortalecer los programas educativos? Tanto en el nivel prebásico, básico y medio, que se mejore la enseñanza, porque aparte de enfrentar al covid-19, también habrá que actualizar toda la enseñanza pública, principalmente en materias como español, matemáticas e inglés. Lo que, si es cierto, es que estamos lejos de retornar a las aulas, sería lo más descabellado.

Evitemos seguir dando palos de ciegos a una triste realidad.