En esta época vivimos hiperconectados y sobre estimulados con todo tipo de mensajes y comunicación.

Decir que te vas a desconectar de todo es alejado de la realidad porque se ha convertido en un modus vivendi, es parte del desenvolvimiento laboral y personal.
Y no te podes aislar.

Ahora bien, ¿cuánto es suficiente?, ¿en qué momento estoy viviendo más una vida online que una vida offline?

Es ahí donde tenemos que prestar atención. Te explico por qué.

ADEMÁS: Comunicación personal e imagen

Los desarrolladores de las plataformas digitales, así como toda empresa, buscan constantemente la forma de mejorar sus servicios para así poder competir y monetizar. Por ello deben ser cada vez más eficientes y creativas sus herramientas.

Cuando se introdujo por ejemplo el botón de like, las notificaciones, etc., se hizo porque se estudió y comprobó que entre más likes o mensajes recibías, más querrías.

Al querer más, pues estarás más tiempo usando las aplicaciones tratando de generar engagement. Y ahí ellos monetizan más. Por cada like o mensaje que recibís tu cerebro recibe una inyección de dopamina (la hormona encargada del placer).

Pero, así como sube esa dopamina y te da esa satisfacción, así de rápido baja. ¿Qué pasa cuando baja? Buscas la forma de volver a experimentar esa sensación.

Esto se activa en el lado de tu cerebro donde se desarrollan las adicciones. La psiquiatra Marián Rojas lo explica a detalle en su libro “Cómo hacer que te pasen cosas buenas” (te recomiendo leas este libro).

Dicho esto, vemos cada vez más cómo la vida online es demasiado activa y es a veces muy distinta a la vida offline y esto va en detrimento de la salud mental, inteligencia emocional y relaciones sociales y laborales.

📲Revisa las cuentas que sigues y lees. No existe vida ni negocio perfecto, no te sientas presionado a ser o verte como alguien, a llevar ese estilo de vida que ves en fotos o a sentirte fracasado porque tu negocio no se ve tan exitoso como otros en redes.

📲No postees esperando la aprobación o likes de tus consumidores o amistades. Postea con un fin específico pero que no sea buscar aprobación online porque no la sientes offline. Tus relaciones offline son lo primordial. Trabaja en ellas.

📲Deja de seguir cuentas que te quiten la paz o te hagan sentir inseguro. Sigue las que te llenen de paz, armonía, risa, educación, formación, inspiración, información.

📲Haz una revisión y barrida de tus redes sociales y profesionales y escoge a conciencia que si y que no.

📲Mucha comunicación contigo para que tu vida offline sea tu principal satisfacción, la online es solo un pequeño complemento donde compartes tu verdadera vida offline.

📲La tecnología, redes y demás no son malas, lo malo es el uso inadecuado de las mismas.

📲Existe la ética del uso del celular y tecnologías, revísala y ponla en práctica.

📲 Deja siempre lo privado, privado. No hay necesidad de compartir cada pequeño detalle de tu vida.

📲Cuidado con lo que publicas y cómo te proyectas en redes, eso te puede costar hasta un futuro empleo.

📲Trabaja mucho en tí mismo, desarrolla tu inteligencia emocional, autoestima y ten la conciencia que cada cosa que postees tendrá incidencia en alguien más. Que esa incidencia sea buena siempre.

📲No seas “hater” o tóxico, si algo que leiste o viste no te gusto, no insultes, solo pasa de paso.

📲Evalúa cuánto tiempo pasas frente a la pantalla, leyendo noticias, viendo redes, en juegos, etc. Ponte un límite.

📲Mucho cuidado con los niños y adolescentes. La vida online es un mundo de información y de recompensa sin esfuerzo que si no se los limitamos crecerán con carencias en manejo de frustración, esfuerzo y perseverancia. Todo lo querrán tan rápido y sin esfuerzo como al alcance de un click…

Si tienes acceso a Netflix mira The Social Dilemma.

Como decía mi mamá, estas tecnologías acercan a los que están lejos, pero si te descuidas aleja a los que están cerca, incluso te aleja de ti mismo.

A usarlas con cuidado e inteligencia, para que complementen tu verdadera vida, la offline.

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