Hablar en público es el terror de mucha gente, y te aseguro que todos podemos hacerlo maravillosamente bien. Todo radica en el manejo del tema a exponer, el control de los nervios y por supuesto, la práctica.
Un buen orador es una persona que habla en público, pronuncia discursos o imparte conferencias de forma elocuente y con estilo elevado. Repasemos algunos elementos que te ayudarán a mejorar tu oratoria.
Tipos:
- Ceremonial: cuando das un discurso en una ocasión especial (hay conexión emocional con el público)
- Demostrativo: cuando explicás a un público como hacer algo
- Informativo: la palabra lo dice, es para informar sobre un tema o acontecimiento específico
- Persuasivo: cuando expones para convencer (es muy emocional y conlleva un lenguage corporal fuerte)
¿Qué se requiere para estar listo para hablar en público?
- Planificación: con tiempo estructurá bien tu ponencia y todo lo que requerís para hacerla
- Preparación: estudiá, escribí, realizá la presentación o soporte audiovisual si necesitás uno y familiarizate con el lugar si es posible
- Consistencia: a lo largo de tu discurso o exposición porque ésta generará confianza, empatía(requiere repetición y frecuencia)
- Practicá: hacelo varias veces porque acá es donde identificarás que hay que mejorar o reforzar. Algunos expertos coinciden que la práctica en oratoria no te llevará a la “perfección” pero definitivamente mejorarás en cada repetición y lograrás hacerlo con más naturalidad y fluídez. Si te mostrás muy “perfecto”y “rígido” y lo que hablás se siente “practicado” no conectarás adecuadamente con la audiencia.
- Ejecución: cerrá todo lo anterior con el momento de la oratoria. Confiá en el proceso y en tu preparación y conectá con tu audiencia.
Consejos:
• Manejá bien el tema que vas a exponer. No podes ir a hablar sobre algo que no conocés bien. Esto te dará seguridad la cual transmitirás a tu audiencia y provocará que exposición fluya con naturalidad.
• Usá lenguage corporal. Mostrate amistoso, amable, receptivo y profesional. Usá las manos, pero no en exceso.
• Girá lentamenta tu cara de forma que veas a toda la audiencia y no solo directamente a un lugar.
• Usá un tono y volumen de voz adecuado, y que no sea plano.
• Debés ser claro en lo que hablás para que se entienda el mensaje y evitar confusión.
• Usá lenguage inclusivo
• Conocé tu audiencia. Al final, todo es sobre ella. Tenés que conectar con tu audiencia, que sientan que el mensaje que envias fue escrito para ellos.
• Permití la interacción si es posible.
• Dejá que tu personalidad aflore, no hay necesidad de vernos y escucharnos distintos. No impostés la voz.
• Llevá notas pero no leás, a menos que sea indispensable.
• Si es posible usá ayuda audiovisual que refuerze lo que hablás.
• Usá historias y anécdotas que refuerzen lo que hablás.
Y mi consejo final: disfrútalo de comienzo a fin. La oratoria es una de las formas de comunicación más maravillosas que hay.