Claro, si lo que deseas es tener salud mental y equilibrio a todo nivel (físico, mental, espiritual, emocional) y control adecuado sobre una situación adversa, imprevista o de emergencia que se presente.

A veces se confunde serenidad con aceptación o conformismo, y no es lo mismo en lo absoluto. A ser más serenos, pero recordar que por supuesto neurotransmisores en nuestro cerebro son claves para lograr la serenidad. Enfoquémonos en "la hormona de la paz" la serotonina. La serotonina tiene un papel vital en la inhibición de ira y represión de la agresión.

Cuando aumenta en los circuitos nerviosos produce las sensaciones de bienestar, motivación, relajación, serenidad, concentración, entre otros. Está ligada también al placer y al sueño. Debemos cuidar los niveles de serotonina. Podemos estimularla con alimentos y ejercicio, aparte del hábito de cuidar la calidad de nuestros pensamientos y/o buscar ayuda profesional si es requerido.

Lograr mayordomía de nuestros impulsos es uno de los éxitos más grandes que cualquier ser humano puede lograr. Permite en un momento o situación adversa mantener una postura íntegra, optimista, objetiva, con visión, y al mismo tiempo mantener la amabilidad, educación y empatía.

No se trata de controlar ni anular las emociones y sentimientos que una situación en particular genere en nosotros, se trata de gestionar esas emociones y sentimientos de forma tal que los validemos, los sintamos pero que trabajen a nuestro favor. Una mente serena se concentra, mantiene la atención y no se desvía de la prioridad.

Algunas técnicas para lograr la serenidad son la meditación, respiración, deportes, etc., en fin, actividades que te conecten con tu interior y paz. Ser serenos permite evitar la impulsividad y nos acostumbra a pensar antes de hablar o actuar. Y una persona serena es una persona con inteligencia emocional.

Y una persona con inteligencia emocional es un líder en potencia y un elemento estabilizador y reconfortante en ambientes familiares y personales. Una persona serena reduce el estrés en su día a día, elige sus batallas y disfruta más y de mejor forma la vida.

La meta: serenidad
El camino: haciéndolo un hábito
La recompensa: vivir en paz y tranquilidad.

"Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo", Aristóteles