Tal vez en Honduras hemos oído hablar poco o nada sobre las 'superbacterias', pero en Estados Unidos el problema de las cepas bacterianas resistentes a los antibióticos, llamadas superbugs, es una alarma nacional desde hace más de 10 años que preocupa a los expertos tanto como el cambio climático.

El motivo es que estos microbios han mutado su ADN a través de las sucesivas generaciones hasta hacerse resistentes a los antibióticos más comunes e incluso a los más potentes y modernos, como las carbapenemas.

No en vano, en 2015 ya se contabilizan anualmente 23.000 muertos por esta causa en el país norteamericano.

También en Europa hay conciencia del problema y desde hace años se han adoptado medidas tanto para incentivar la investigación de nuevos antibióticos, descifrando el genoma de las superbacterias, como para frenar la debilidad de los actuales ante las mismas.

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Solo en la Unión Europea se cree que se dan 25.000 muertes al año por causa de estas cepas mutantes, la mayoría en hospitales y entre gente de avanzada edad o enfermos previamente graves.

El coste de prevención y cura de estas infecciones, que tienen entre un 40 por ciento y un 50 por ciento de mortalidad, supera los 1.500 millones de euros anuales.

Las cifras son de 2013, pero tanto los afectados como los costes irán a más en los próximos años sin que gobiernos y autoridades sanitarias puedan hacer nada más que reforzar las medidas actuales, que se antojan inútiles, además.

¿Cómo luchar contra las superbacterias?

Entre las medidas adoptadas hasta la fecha está la lucha contra la sobre medicación humana o la medicación innecesaria o inadecuada, así como la prohibición de dar antibióticos a los animales. La Unión Europea recomienda desde hace 15 años que las farmacias no dispensen antibióticos sin receta médica.

También prohibió en 2002 la adición de cualquier tipo de antibiótico en el pienso de los animales como medida ordinaria.

El problema es que el antibiótico pasa a almacenarse en la carne animal que después consumimos y actúa como si nos medicáramos pero desgraciadamente no es la única causa de la aparición de las superbacterias.

¿Cuál es la causa de las superbacterias?

Desde los años 40 del siglo pasado, con la introducción de antibióticos como la penicilina y sus derivados en la sanidad, numerosas enfermedades infecciosas han visto reducida su incidencia y su mortalidad.

Otras incluso se han puesto al borde de la desaparición. Sin embargo, el abuso que hemos hecho de los antibióticos por el más nimio motivo ha sobreexpuesto a las bacterias causantes de las enfermedades a la acción del antibiótico.

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La tasa de reproducción de las bacterias es altísima -se pueden generar cientos de millones en unas horas si las condiciones son adecuadas- y también sus indices de mutación.

Es decir, en un abanico de pocas generaciones puede surgir una mutación genética que haga a una bacteria resistente a un antibiótico. En las siguientes generaciones, si la mutación perdura, la resistencia se puede perfeccionar.

Así, en pocos años puede existir ya una cepa -población de origen controlado- bacteriana tan letal como sus ancestros, pero preparada para desarmar la acción de cualquier antibiótico.

Ante las infecciones por esta cepa se pueden recetar antibióticos más potentes, pero si se abusa de ellos de nuevo aparece otra cepa también resistente. 

Las 12 superbacterias más peligrosas para la salud mundial

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hace unos años una lista que sigue vigente y recoge las 12 bacterias que son las principales causantes de infecciones que ya son resistentes a varios antibióticos . Están clasificadas en tres categorías, en función de lo acuciante que sea la necesidad de encontrar nuevas armas contra ellas: crítica, elevada y media.

Prioridad 1: crítica

  • Acinetobacter baumannii
  • Pseudomonas aeruginosa
  • Enterobacteriaceae

Prioridad 2: elevada

  • Enterococcus faecium 
  • Staphylococcus aureus
  • Helicobacter pylori
  • Campylobacter spp.
  • Salmonellae
  • Neisseria gonorrhoeae

Prioridad 3: media

  • Streptococcus pneumoniae
  • Haemophilus influenzae
  • Shigella spp.

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