El objetivo de cada familia radica en educar niños más empáticos y sin violencia. Una disciplina positiva es un método enfocado en una crianza respetuosa.
Educar a los hijos siempre ha partido de diferentes creencias o métodos que han empleado diferentes personas a lo largo de la historia.
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Algunos porque han sido utilizados por sus padres, otros porque han sido instruidos por expertos; sin embargo, nadie tiene un manual perfecto para hacerlo.
¿Cómo lograr una educación sin violencia? Esa es una pregunta frecuente sobre la crianza respetuosa.
Algunos creen que los padres de esta generación son peores que los de décadas anteriores, eso es subjetivo. Lo que sí es posible, es educar con algunos métodos efectivos.
“Uno de los métodos es la disciplina positiva. Se pueden establecer límites con amor”, explicó a tunota la pedagoga Diana Palma.
Comentó que este método no deja de ser importante y efectivo. Algunos padres confunden la disciplina positiva con ser permisivos, y no es así.
Aquí es importante referirse a la imitación que los niños hacen de sus padres.
Por ejemplo, la tonalidad de voz en la que se hable en casa, los modales. Todo será repetido haya sido enseñado o no.
Por lo que los padres deben ser cuidadosos, pues no solo se repiten las acciones positivas, sino también las negativas.
“Lo que sugiere la disciplina positiva es que usted pueda conocerse primero ¿Para qué? para educar a una persona y que este sea un niño estable, un adulto potencial un adulto eficiente en un futuro.
Usted tiene que saber cuál es su apego, cuál es su tipo de crianza, el autoconocimiento propio, autoanalizarse”, enfatizó Palma.
Hay patrones de comportamiento que se repiten y que si son negativos deben cortarse para la sana crianza de los niños.
Objetivos a cumplirse
En la disciplina positiva se pueden emplear ‘negociaciones’ con deberes y beneficios, esto creará niños responsables y conscientes del valor de cada cosa. Asimismo, enseñar valor y apoyarlos en todo lo que necesiten.
Esta disciplina es un método que muchos padres implementan con sus hijos adolescentes y jóvenes.
Tener conocimiento de lo que sucede en su entorno beneficiará la educación que estos reciban.
“El objetivo de una disciplina positiva es que los niños puedan ser resilientes, autónomos, dedicados, tolerantes, empáticos”, concluyó la pedagoga.
Asimismo, algunos portales educativos se refieren a la importancia de una crianza respetuosa efectiva, no solo para valores, modales y educación, sino también enfocarse en criar niños menos dañados emocional y psicológicamente.
Este es un artículo de la versión impresa de tunota. Lea más noticias relacionadas
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