Cuando se está en proceso de reparación del hogar, no se debe olvidar rellenar y restaurar agujeros en la pared.

Las paredes suelen tener algunas perforaciones comunes, que se producen generalmente al clavar y colocar tornillos, colgar pinturas, realizar decoración, asimismo, con el tiempo se generan algunas grietas.

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La perfección de las paredes, luego de estar recién pintadas no es duradera, pues están constantemente en contacto con los muebles y otros objetos y no siempre se puede estar atentos a que no se produzca ningún accidente.

Por esta razón, algunas personas, antes de pintar las paredes afectadas proceden al proceso de restaurar agujeros en la pared.

El método más común es tapar la pared con masilla, sí lo recomiendan expertos del área.

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Hacerlo más grande la grieta

Una recomendación que puede generar impresión es que, si el agujero de la pared es demasiado pequeño, recomiendan hacerlo un poco más grande y la herramienta indicada para esto es una espátula grande.

“Es muy probable que la grieta se haya rajado, por lo que si la hacemos más grande nos aseguraremos de que taparemos también el lugar en el que se empiece a percibir este problema”, cita portal de mantenimiento de vivienda.

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Posteriormente, se debe proceder a limpiar la zona, retirar bien todo el polvo y demás elementos que mantengas sucia el área.

Pues, si no se realiza bien este proceso, al hacer el arreglo, el producto se ensuciará y es muy probable que no se obtenga el resultado deseado.

Se puede utilizar un aspirador para acceder a la zona más profunda del agujero.

Aplicar la masilla

La masilla es un tipo de masa, usualmente blanca, que se aplica en la pared y desde la primera aplicación se puede ver un cambio, pero, ante la variedad existente en el mercado, otras pueden necesitar más de una aplicación.

Proceso de relleno de pared con masilla. Foto: Shutterstock.

Cuando la superficie ya fue lijada y limpiada, es momento de aplicarla con delicadeza, con la ayuda de una espátula de acero de un tamaño mediano.

Expertos recomiendan no aplicar mucha cantidad, “lo normal es utilizar más o menos una avellana de cantidad de producto”.

Luego de aplicarla, esta se debe alisarse e intentar unir la pared y el agujero, uniformemente.

Al finalizar este proceso, es necesario dejar secar la masilla el tiempo que indica el fabricante, en alguna parte del envase del producto.

Lijar y pintar

Una vez haya pasado el proceso de secado, se debe pasar una lija para perfeccionar la superficie y dejarla lo más lisa y parecida al resto de pared.

Se recomienda que este proceso de lijado se realice con el debido cuidado, comenzando por utilizar la lija adecuada y que corresponda al trabajo que se está haciendo.

En el caso de que la superficie que sea muy grande, lo conveniente es utilizar una lijadora eléctrica “tipo mouse”.

“Si quedaran huecos en el agujero como consecuencia de que la masilla merme, este sería el momento de volver a aplicar la que se necesite para cubrirlo por completo. Después de que se seque debe repetirse el proceso de lijado”.

Luego de lijar, quedara polvo, este debe retirarse con un trapo limpio y como último paso el el proceso de restaurar agujeros en la pared, es pintar del mismo color de la pared, sin olvidar proteger los espacios que no tiene que pintarse y evitar que salpique.

Dato

Foto: Shutterstock.

Para tapar los agujeros de mayor tamaño y profundidad (unos 5 milímetros), expertos recomiendan utilizar una masilla más espesa, que no se agriete ni disminuya su espesor.

Este es un artículo de la versión impresa de tunota. Lea más noticias relacionadas.