"El arte de la comunicación es el lenguaje del liderazgo", James Humes

Es un arte y una ciencia. ¿Por qué? Pues porque es una verdadera habilidad que se puede cultivar y perfeccionar a través de diversas técnicas. Para ser ciencia se requiere que exista un objeto de estudio y un método.

En la comunicación se estudia, analiza, planifican y ejecutan distintos planes de acuerdo con el mensaje y público objetivo. Un arte porque requiere habilidades particulares para poderla ejercer de forma que impacte y brinde resultados.

No es un proceso aleatorio ni es el mismo tipo de comunicación para todas las personas. Debes saber qué comunicar, cuándo, dónde y a quién. La mayoría de los problemas se originan por una comunicación inadecuada. Y en términos corporativos/institucionales/políticos/públicos, las consecuencias de una mala gestión de la comunicación pueden ser graduales pero catastróficas.

Lo que no se comunica no existe, lo mal comunicado se percibe de manera negativa lo que se percibe mal se entiende mal. Lo mal entendidos dan lugar a conjeturas y suposiciones, que a su vez dan lugar a rumores y a la creación de una imagen distorsionada.

Este mismo concepto se aplica tanto para comunicación interna como externa.
¿Qué es más importante, la comunicación interna o externa? Ambas son esenciales. No puedes descuidar una en favor de la otra. Si bien diferentes departamentos manejan estas dos áreas, la comunicación interna (o gestión de la persona) está a cargo de Desarrollo Organizacional o Recursos Humanos, mientras que la comunicación externa es responsabilidad de la Dirección de Comunicación o Relaciones Institucionales.

Es un error pensar que la comunicación externa debe ser solo un objetivo secundario dentro de otro departamento como el de marketing. Son dos aspectos distintos y complejos que deben ser gestionados de manera interconectada, pero con enfoques integrales independientes.

¿Puede una comunicación interna deficiente causar daño? Si, tiene un impacto directo en el ambiente laboral y la productividad y luego en la imagen proyectada de la organización.

Si nunca he prestado atención a la comunicación dentro de mi empresa, ¿aún estoy a tiempo de hacerlo? Por supuesto. Cuanto antes mejor.

Incluso las malas noticias, cuando se comunican de manera efectiva, se reciben y manejan de mejor manera.

Que la comunicación eficaz, eficiente, asertiva y oportuna sea siempre tu mejor aliada. Revisa tus procedimientos y asegúrate que este tema tenga la relevancia, planificación, ejecución y supervisión que amerita, pues de ella depende tanto el cumplimiento de tus objetivos globales como el desempeño y fidelidad de tus colaboradores.