Mateo Yibrín, el nuevo presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) para el período 2022-2024, tiene dos grandes amores: Honduras y Real España.

Sí, el líder del consejo de empresarios se enorgullece cuando le preguntan acerca del equipo de sus amores, del que fue presidente y que le genera un sentimiento único desde que tenía cuatro años de edad.

"Mis papás y mis tíos me llevaban al estadio", dice el hombre que vivió una infancia tranquila en San Pedro Sula, disfrutando de las películas de Superman y de las jornadas de fútbol en el Estadio Morazán, al que considera "su segunda casa".

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Además de ese sentimiento, Yibrín es una persona que sueña con ver una recuperación en Honduras. "Quiero que la familia más pobre tenga acceso a educación y a salud de forma digna. Que exista crecimiento económico en el país", expresa a En Primera Plana de tunota cuando se le consulta sobre cómo asume el reto en el Cohep.

Mateo Yibrín aborda más sobre los desafíos que afrontará como presidente de los empresarios y repasa su vida desde la infancia, estudios y carrera empresarial.

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¿Cómo asume este reto de presidir el Cohep?

Como un hondureño que quiere al país, con una gran responsabilidad y un alto patriotismo, y quiero que Honduras mejore. Quiero que tengamos reducción de pobreza, crecimiento económico, generación de empleo. Quiero que la familia más pobre de Honduras tenga acceso a educación y a salud de forma digna. Eso es lo que siento al asumir la presidencia del Cohep.

¿Cómo recuperar a Honduras?

Lo primero es que si logramos que haya un crecimiento económico más acelerado, mayor generación de empleo, que haya menos hondureños desocupados, o sea más hondureños empleados, se verá un crecimiento económico y una mayor recaudación de impuestos por parte del Estado.

Ello va a permitir que podamos invertir más en la niñez, en la educación y en la salud, entonces todo empieza por mover la maquinaria del sector privado para que se mueva más rápido, crezca más y entonces aumenten las posibilidades del Estado de Honduras de darle un mejor servicio al pueblo.

¿De dónde nació su sentimiento por el Real España?

Me llevaban al estadio mi papá y mis tíos, íbamos con mis primos. Mi familia ha sido siempre seguidora del Real España, así que fue heredado desde los cuatro años.

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¿Qué momento con el Real España lo hizo más feliz?

El 21 de diciembre del 2003, porque yo apenas tenía menos de un año como presidente del equipo. Tenía 10 años de no ganar un título. La última vez había sido el campeonísimo con don Ernesto Luzardo. La gente estaba frustrada, había una gran presión de parte de toda la afición. Yo dije: voy a cambiar esa historia. Solo me metí la presión y bueno, Dios es grande y en el segundo torneo me permitió llegar a una final y ganar el título, así que digamos que ese ha sido el momento cúspide como aurinegro.

¿Y el peor momento?

Bueno, fueron dos momentos, en realidad. Yo como presidente fui a ocho finales, perdí cuatro. Entonces, obviamente, las cuatro finales que perdí pasé tres días triste, pero las que más me dolieron fueron las que perdimos en el último minuto. Por ejemplo, perdimos una final contra Marathón en el Morazán, con un tiro libre de Mario Berríos en el último minuto. Qué dolor. Después perdimos una final en tiempos extra ante Olimpia.

¿Cómo fue su infancia?

Fue una infancia linda y sana en San Pedro Sula. Muy feliz para mí, convivía con los vecinos, jugaba fútbol en la calle, andaba en bicicleta, caminaba al estadio desde mi casa. Imagínate, sin peligro.

Desde kínder empecé en el colegio La Salle, de San Pedro Sula, un colegio salesiano de los hermanos de La Salle. Allí me gradué en bachillerato. Así que La Salle fue una buena parte de mi formación. De ahí me fui a los Estados Unidos.

¿Allá estudió?

Sí, estudié un tiempo en una universidad en Washington D.C., pero después me trasladé a Nueva Orleans, donde me gradué y saqué mi maestría. Primero estudié administración de empresas y finanza en la Universidad de Loyola y la maestría fue en administración de empresas.

¿Y su carrera empresarial?

En mis vacaciones mi papá me llevaba años a trabajar y entonces ahí es donde empecé a agarrar un poquito de conocimiento. Después fui a la universidad y cuando regresé a Honduras, continué administrando empresas.

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