Un tribunal de Costa Rica condenó a 2 años de cárcel a un hombre identificado como Gabriel Saborío, de 31 años, por causarle la muerte a un gato al que lanzó desde el sexto piso de un edificio residencial.

La jueza Tatiana López le impuso a Saborío la máxima pena que permite la Ley de Bienestar de los Animales; vigente en el país centroamericano desde 2017.

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Sin embargo, la jueza le concedió el beneficio de ejecución condicional de la pena por cinco años, por lo que no pisará la cárcel en tanto no cometa un nuevo delito en ese tiempo. También se le prohibió vivir con animales.

La Federación Canina de Costa Rica, que interpuso la acción penal contra el sospechoso, expresó su satisfacción por la condena.

"Quienes hagan este tipo de hechos en Costa Rica asumen la consecuencia penal de 2 años de cárcel y estamos trabajando en la Asamblea Legislativa para que las penas sean más altas. Fue un proceso agotador pero valió la pena", expresó a los periodistas el presidente de la Federación Canina, Rubén Rodríguez.

El gato fue lanzado desde una altura de unos 28 metros

El caso se remonta a noviembre de 2019 cuando Saborío lanzó un gato desde un sexto piso de un edificio de apartamentos en Curridabat, San José, lo cual habría quedado grabado en un video que circuló por las redes sociales.

La investigación determinó que el gato fue lanzado desde una altura de unos 28 metros y, tras caer en un arbusto; se levantó por instinto de supervivencia y caminó unos 30 metros antes de morir.

El gato sufrió múltiples fracturas, luxación, contusiones pulmonares y hemorragias internas, de acuerdo con la autopsia.

Tras conocerse el video, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizó en 2020 entrevistas que le permitieron obtener información acerca del sospechoso, además de testimonios de personas que le brindaron ayuda al gato.

Los investigadores reconstruyeron el sitio del suceso y extrajeron el cadáver del gato para obtener pruebas para el caso, según informó el OIJ en agosto de 2020.

Dado que ninguno de los residentes en los apartamentos reclamó al animal, las personas decidieron enterrarlo en uno de los senderos que rodea el complejo.

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