Podrían hacer del próximo año el inicio de una vida realmente renovada y plena.

Estamos a las puertas de un año nuevo y aunque esta es la época acostumbrada para hacer planes y definir propósitos de Año Nuevo, lo vivido en el 2020 y las desalentadoras predicciones de economistas y científicos, nos podrían convencer de no planear.

Pero te quiero invitar a decidir por la esperanza y establecer metas y propósitos que podrían hacer del próximo año el inicio de una vida realmente renovada y plena. Para ello te compartiré algunos consejos que te guiarán en el proceso.

1. Haz planes para una vida integral
   Somos las más maravillosa y compleja creación de Dios, nuestra vida tiene diferentes facetas para explicar esta complejidad, Stephen Covey propone en el libro 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva, el modelo de la persona integral, nos dice que cada persona maneja en su vida 4 aspectos o dimensiones, La física /material, La emocional /social, La mental/intelectual y La espiritual.

Covey propone que para ser personas realizadas, felices y motivadas, debemos cuidar con la misma atención las 4 dimensiones de nuestra vida, pues cuando se desatiende alguna, por priorizar cualquiera de las otras, comenzamos a perder el sentido y equilibrio necesario. Por ejemplo: muchos, por crecer en lo Financiero (Material y físico) han terminado perdiendo su familia y siendo totalmente infelices (social – emocional).

Este modelo me gusta mucho, porque encuentro en La Biblia una óptica muy similar de la persona integral, al describir cómo Jesús crecía, en el Evangelio de Lucas narra que “Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y en gracia con los hombres”.

Así que te invito a que puedas establecerte propósitos en cada uno de las dimensiones, de forma que puedas lograr crecer como una persona integral.

2. Tómate el tiempo para pensar en quiénes y qué es realmente importante en tu vida.
   
   Hacer planes para nuestro futuro, no debe ser algo que improvisemos o hagamos de forma descuidada, te invito a apartar tiempo especial, permítete alejarte un poco del bullicio y el hiperactivismo de estas fechas, y relajarte para pensar en lo que más te importa; en lo que realmente deseas en tu vida, en las personas que son más importantes y amadas para ti. Este tiempo puede ser un día, un fin de semana o unas horas de varios días, al amanecer o al anochecer, cuando puedas estar tranquilo y sin prisa para meditar en tu vida y tu futuro.
   
   En ese tiempo puedes hacer un ejercicio de autoevaluación, para decidir cómo estás ahora y cómo deseas que tu vida mejore, a quiénes debes incluir en tus planes, qué relaciones quieres cuidar y fortalecer, cómo quieres administrar tu tiempo, cómo cuidarás tu salud y tus finanzas.
   
   Para ayudarte con esa tarea te comparto el siguiente medidor.

3. Prioriza metas de “Ser” sobre las de “tener” o “hacer”

Te invito a que decidas propósitos respecto a quién quieres ser, más allá de lo que quieres tener o hacer, ahora que haz realizado una autoevaluación de tu vida, seguro tienes una idea clara de qué tipo de persona quieres ser de ahora en adelante. Me refiero a determinaciones como estás que te comparto como ejemplos:

“Quiero ser una persona feliz”
“Quiero ser un esposo fiel”
“Quiero ser una madre o padre, presente en la vida de mis hijos”
“Quiero ser respetuoso y tolerante con mi prójimo”
“Quiero ser un líder íntegro”
“Quiero ser un profesional valioso”
“Quiero ser un hijo agradecido y amoroso”
“Quiero ser un innovador”
“Quiero ser un experto en…”
“Quiero ser libre y estable financieramente”
“Quiero ser una persona sana”
“Quiero ser un cristiano devoto”

4. Escribe tus metas o propósitos en forma de conductas (estas impulsan el logro) Con la claridad que tienes de la persona que quieres ser; ahora haz propósitos y metas que aseguren que te comportas cómo esa persona que quieres ser. Son los hábitos y los comportamientos de todos nuestros días los que llegan a formar nuestro carácter, así que tus propósitos pueden parecerse a esto;
   
   “Llamo a mis padres al menos 3 veces por semana y cosulto sobre sus deseos y necesidades”
   “ Leo libros o artículos sobre mi actividades profesionales 20 minutos al día”
   “Aparto una noche para cada uno de mis hijos, todas las semanas y hago algo que le gusta o necesita”
   “cada noche aparto al menos 10 minutos para meditar y orar a Dios”.
   
5. Compártelos y logra compromisos de compañía
   
   Todos sabemos que mantenernos comprometidos con las metas y propósitos del año, a veces es muy difícil, por lo que no sobreviven a las primeras 3 semanas de enero. Una clave poderosa para lograrlo es que lo compartamos con alguien a quien le importamos mucho y le pidamos ayuda para que nos monitoree y nos anime. Esto implica que nos comprometamos con esta persona a contarle nuestros avances y los obstáculos que enfrentamos y le permitamos aconsejarnos y hasta exhortarnos.
   
   Sentirnos acompañados y tener alguien a quien rendir cuentas, y que nos anime y aconseje, seguro nos impulsará a lograr lo que deseamos; ya lo aconseja el proverbio:
   “Cuando falta el consejo, fracasan los planes; cuando abunda el consejo, prosperan”. Prov. 15:22
   
6. Finalmente te doy el que creo es el más valioso consejo: Consulta y pide ayuda a Dios. El te creo con un propósito, pídele que te ayude a encontrarlo y cumplirlo, con el todo es posible. Término compartiéndote este último y hermoso proverbio:
   
   “Pon tus actos en las manos del Señor y tus planes se realizarán. Prov. 16:3”.