En el año 2015, el periodista y profesor estadounidense, Jeff Jarvis, nos entregó un libro que nos hizo reflexionar: El fin de los medios de comunicación de masas. ¿Cómo serán las noticias del futuro? Y desde allí tenemos otra historia.

Un año después, me encontraba en un congreso mundial para periodistas en Ciudad de México. Yo quería escuchar a Jarvis mientras esperaba poder hablarle entre mi mal inglés para que me firmara el libro.

El hombre, de pelo blanco, delgado y perfil aguileño, con gafas finas y vestido de negro, se presentó ante nosotros y de entrada rompió el auditorio: "Los periodistas no debemos ser una fábrica de contenidos, debemos ser servicio para nuestras audiencias y comunidades".

Jarvis extendía así la filosofía de su libro, en la que se profesan dos máximas -si quiere ver así- que nos hizo entender a las audiencias: servicio y utilidad.

Estas palabras toman más valor hoy que nunca, cuando el mundo enfrenta una pandemia y el periodismo es llamado a ser protagonista para construir, ayudar, resolver y edificar en unas audiencias que se han casi colapsado de un tema que genera horror y pavor.

A todo eso, la Organización Mundial de Salud (OMS) le bautizó como "infodemia" (si quieres leer más de ello, revisa mi columna del tema), una pandemia informativa que trae una cantidad excesiva de información sobre un problema que dificulta encontrar una solución. En ese sentido, los periodistas y los medios debemos procurar ser útiles para la audiencia.

Para ello, la misma OMS dice que los periodistas debemos informar con pasión y no con temor. Estar llamados a derrumbar los mitos de la enfermedad y llamarnos a la solidaridad y bondad.

En los últimos días, hemos sido testigos de cómo muchos medios de comunicación nacionales e internacionales se llaman a la irresponsabilidad con tal de mantener el rating y lograr picos altos de tráfico, ofreciendo recetas y fórmulas curativas para prevenir o curar el covid-19. Es decir, haciendo todo lo contrario para lo que debemos estar en este momento los periodistas: para servir y ser útiles.

Los periodistas en la actualidad, deberíamos seguir el camino del servicio al pueblo, ser ese vehículo que están reclamando por años para que les digan si les engañan, roban o mienten; y aprovechar el poder de convocatoria para ayudar a los más necesitados.

Contar historias, no debe ser visto como un armario por el que vamos a conseguir una capa de "héroe". Proponer y lograr la solución de esas historias es la capa.

Las noticias del futuro son aquellas en la que los periodistas -editores- debemos desarrollar productos informativos al servicio de la audiencia y las comunidades, porque, si hace 15 años decíamos digital firts (lo digital primero) para ir saliendo del papel a la web o de la pantalla al móvil, y en 2015 decíamos mobile firts (primero el móvil), en este 2020 y en plena pandemia debemos realmente decir: user firts o el usuario es primero.

Servicio y utilidad es "aliviar dolores" -como diría mi amigo periodista colombiano Camilo Sastoque-, esta es la verdadera razón por la que los periodistas deberíamos seguir haciendo periodismo frente a la corrupción y la tiranía pública o privada.

Al final del día, entonces, después de informar y dar soluciones, podremos cerrar la libreta más tranquilos y decir que hemos sido útiles, hemos servido y hemos construido.

Volviendo a Jarvis, al final de dos días pude coincidir finalmente con él en la mesa del café. Él tomó una botella con agua, me miró, lo miré. ¿Y justo cuando iba a decirle: “hello, can you come to sign my book?" (puedes venir a firmar mi libro), lo llamaron por el audio y se fue dando sorbos a su botella. No obtuve su firma en el libro, pero sí firmó la forma con la que ahora hago periodismo.