Realmente no sé qué hace más daño en nuestra salud mental, si hacer nada o la cronopatía. La psiquiatra Marián Rojas  la define como “la obsesión por aprovechar el tiempo”,  de pretender aprovechar cada minuto del día los siete días de la semana. 

Aquí entran varias definiciones importantes: organización,  tiempo, productividad, eficiencia, planificación y descanso. Hoy por hoy si somos productivos y eficaces sentimos nos definimos a nivel laboral y personal, y que para serlo debemos pasar ocupados. 

Vivimos bombardeados de estándares que nos hacen creer que aprovechar el tiempo significa estar ocupado todo el día, todos los días, logrando grandes cosas siempre. ¿Cuál es el resultado? Estrés, niveles de cortisol altos permanentemente, lo que se convierte en estrés crónico, somos una sociedad estresada. 

VEA: Volver a estudiar

El primer paso es identificar por qué quiero pasar ocupado, ¿me estoy refugiando en eso para tratar de obviar una situación personal? o ¿es un tema obsesivo?, o ¿es un asunto de cargarme con muchas metas al mismo tiempo? , o ¿soy desorganizado? ¿no sé priorizar?

Una vez identificado el por qué, pasemos  a la organización del tiempo, y para esto hay que saber priorizar, saber tener la flexibilidad de cambiar lo organizado si algo surge en el camino sin que esto suponga un estrés adicional.

Aquí debemos cuidar entre el extremo de procrastinar y de la cronopatía. Si somos organizados y priorizamos seremos más eficientes porque sabremos utilizar mejor el tiempo en cada tarea que tengamos que cumplir.

Si logramos este balance vamos a ser más productivos. Y una persona productiva realmente es una persona que sabe descansar. Si nos confundimos y creemos que estar con diferentes actividades a cada hora significa ser productivo caeremos en la enfermedad del tiempo.

Viviremos a prisa y con una aceleración que va a impedir disfrutemos el instante y otorgarle el 100% de nuestra atención a cada actividad .

Debemos aprender a “no hacer nada” , a hacer pausas y descansar. Analiza si sos de los que con frecuencia no te da chance ni de sentarte a almorzar o cenar como se debe, o no dormís los suficiente o contestas “no tengo tiempo” muy a menudo, si es así, debes revisar tu agenda y tu estilo de vida porque hay algo que no está funcionando como debe ser.

A algo le estás dedicando más tiempo del que deberías o alguna actividad tendrás que dejar de hacer.

En esta era digital pasamos conectados, hiperestimulados y nuestro cerebro recibe una cantidad enorme de información cada minuto lo que nos mantiene en modo alerta.

Es responsabilidad para con nosotros mismos empezar a filtrar esos estímulos porque necesitamos un cerebro sano, joven y enfocado en lo realmente importante para que hagamos cada cosa como se debe hacer en tiempo y en forma, si, incluso descansar. ¿Estás sobre cargando? Cambia eso lo más pronto posible. Yo comienzo hoy. 

“Hay virtud en el trabajo y hay virtud en el descanso. Usa ambos y no pases por alto ninguno.”

Alan Cohen