Tras casi una semana del horrendo crimen en el que tres policías hondureños fueron acribillados a balazos por desconocidos en una comunidad de Trujillo, Colón, norte de Honduras, son escasos los detalles que se conocen en torno a la investigación.

No obstante, este fin de semana ha trascendido información referente al caso, registrado el domingo 24 de abril, a plena luz del día.

Los mataron con AK-47 y AR-15

Hoy, a casi una semana del hecho, ha salido a la luz que los responsables de dispararle a quemarropa a los uniformados usaron armas largas, tipo AK-47 (un fusil de asalto de origen soviético, calibre 7.62 mm) y AR-15 (fusil de asalto de 5.56 mm), ambas de uso prohibido en Honduras.

De acuerdo con información revelada por autoridades policiales, y replicada por diario La Prensa de San Pedro Sula, se conoce que fueron cuatro los sujetos que, fuertemente armados, atacaron a los policías cuando estos se bajaron de la patrulla policial con número 402 para verificar qué ocurría con un vehículo que permanecía abandonado en un sector de la comunidad Agua María, Trujillo.

Acto seguido, uno de los agentes se comunicó con la base para consultar información sobre la placa vehicular, a lo que se le indicó que el automotor tipo pick-up, marca Toyota, modelo Tacoma, color rojo, el cual tenía una llanta punchada, estaba a nombre de una mujer y no tenía reporte de robo, por lo que se le indicó que dejaran el vehículo y posteriormente regresaran a la inspección.

Justo cuando los agentes se disponían a subir de nuevo a la patrulla comenzó la emboscada. Cuatro sujetos, fuertemente equipados con fusiles de asalto y municiones salieron desde la maleza donde permanecieron escondidos para descargar el plomo sobre la humanidad de los uniformados.

Les dispararon en la cara

De acuerdo con información policial, las tres víctimas: Jairo Marcelino Posadas Ortiz, Juan Carlos Murillo Olivera y Jonathan Josué Ramos, "estaban girando la patrulla para dar vuelta cuando fueron atacados desde la parte trasera por varios hombres armados con fusiles".

Fue entonces que, una vez caídos y sin esperanza alguna de poder reaccionar, los agentes policiales perecieron y, no satisfechos con verlos así, los sicarios, supuestos integrantes de una banda criminal que opera en la zona, los remataron disparándoles en el rostro, según reveló la Policía.

Solo en el vehículo policial se contabilizaron 57 perforaciones de bala, indica el reporte.

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El crimen ha conmocionado no solo a las autoridades policiales, sino que ha provocado que el gobierno coloque las barbas en remojo ante la ola de criminalidad que azota varias zonas del país, según analistas, pues esa misma noche del domingo la presidenta hondureña Xiomara Castro ordenó que el departamento de Colón permaneciera bajo "estado de excepción", regulando así la circulación desde las 9:00 de la noche.

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Capturan a un sospechoso

Un día después del crimen, el lunes 25 de abril, autoridades identificaron a uno de los supuestos implicados en el crimen. Se trata de un hombre, cuya identidad no fue revelada por las autoridades, pero que llegó a un centro asistencial con herida de bala en su cuerpo.

Hasta el momento no se ha informado si el sujeto ha colaborado con las autoridades denunciando a sus supuestos cómplices, por quienes las autoridades policiales ofrecen 500 mil lempiras como recompensa por su paradero.

Por su parte, las autoridades indicaron que ya tienen rastreado al supuesto autor intelectual del crimen: un cabecilla de una banda que opera en todo el departamento de Colón, quien comenzó a cometer actos ilícitos hace varios años, robando frutas de palma africana y terminó invadiendo fincas, atemorizando a pobladores y despojándolos de sus tierras.

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