A este momento de la pandemia, la mayoría de las personas hemos pasado por un alto nivel de estrés durante un período de tiempo muy extendido.

El estrés, es la reacción del sistema nervioso y del cuerpo a un desafío o demanda; y vaya que sí hemos sido desafiados y demandados durante estos últimos meses.

Las condiciones de confinamiento y aislamiento social son para todos, una fuente alta de estrés y en una mayor medida: la incertidumbre ante la enfermedad, la pérdida de la estabilidad económica, la enfermedad misma y el luto.

El estrés experimentado durante todos estos meses es real, aunque no lo reconozcamos como tal,  nuestro cerebro, sistema nervioso y cuerpo han estado luchando por adaptarse y superar esos desafíos y demandas. Las consecuencias  se manifiestan de diferentes maneras: sensación de agotamiento, desgano o tristeza, también puede ser una hiperactividad, irritabilidad, la paciencia comienza a escasear; somatizaciones como dolor de cabeza, dolor muscular, alergias, y la irritación en la garganta que tanto nos puede asustar; todo esto termina a la postre sumando más tensión.

Ya muchos especialistas están hablando sobre los efectos psicológicos y/o emocionales de la pandemia, por lo que te invito a hacer una pausa recreativa, en la cual, recuperes energía, le permitas un descanso a tu mente y cuerpo y disminuyas los niveles de tensión que se han acumulado, en otras palabras, ocúpate de descansar.

¿Cómo hacerlo?, te comparto algunas ideas.

  1. Tómate un tiempo 30 minutos, 1 hora, medio día, el tiempo que puedas disponer.
  2. Medita en que, a pesar de lo dificil que ha sido lo experimentado, hay cosas positivas de las que puedes echar mano, haz un balance racional inventariando con qué y con quiénes cuentas para seguir adelante.
  3. Escoge pensar de forma positiva, intencionalmente desecha todo pensamiento negativo, que te cause tensión, tristeza, o enojo y decide pensar en cosas agradables
  4. Haz una actividad diferente y relajante, ¡ojo! a cada persona le relajan cosas diferentes; puede ser caminar, la jardinería, ver peliculas de un formato específico, jugar videojuegos (que no sean violentos), escuchar tu música preferida, cocinar, conversar con alguien (por teléfono o video llamada), tomar una ducha y acicalarte. Es importante que no sea algo que haces con frecuencia, porque es precisamente cambiar de actividad lo que genera descanso.
  5. Respira profundo por 10 minutos.

Al  hacerlo toma consciencia que hay cosas que aún estan en tu control y que eres responsable de tu bienestar.

Procura cada día tomarte una pausa recreativa, no permitas que pase una semana sin hacerlo, será un tiempo para descargar tensión y retomar energía, esto además mejorará mucho tu sistema inmunológico y muy probablemente mejorará tu capacidad de relacionarte con tu familia, ahora que pasas más tiempo con ellos.

Te puede interesar: Una buena idea