A partir del 25 de noviembre inicia la campaña mundial 16 días de activismo contra la violencia de género, que en Honduras reviste vital importancia ante el recrudecimiento de la violencia contra la mujer y la imparable ola de femicidios, además del abuso contra menores.

Este año la campaña se denomina “Pinta el mundo de naranja” en un afán por concienciar a la sociedad sobre la importancia de proteger los derechos de personas vulnerables como las mujeres y los menores.

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Los 16 días de activismo contra la violencia de género es una campaña internacional anual que empieza el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y concluye el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.

Es revestida de mucho simbolismo y las organizaciones de mujeres y las Naciones Unidas elevan su voz para que los gobiernos entiendan porqué importan las mujeres, por qué son vulnerables, por qué se debe frenar el abuso contra los infantes.

Este año, los 16 días de activismo contra la violencia de género, tendrá en Honduras una particularidad: por primera vez una mujer ejerce la presidencia en este país centroamericano, se ha declarado abanderada de la reivindicación de sus derechos y se espera que su discurso aterrice en hechos concretos, pues la violencia contra las mujeres va en ascenso, las iniciativas de ley para protegerlas, siguen esperando en el archivo de un cajón burocrático del Poder Ejecutivo o del Legislativo, y las declaraciones de sus miembros de gabinete siguen siendo contradictorias.

Al 31 de octubre de 2022, el Centro de Derechos de Mujeres (CDM) registraba 29 femicidios, mientras el número de denuncias de violencia doméstica rondaba casi 39 mil casos y las denuncias de maltrato familiar más de 50 mil en lo que va del año.

Cortés, Francisco Morazán y Olancho siguen siendo las regiones más hostiles hacia las mujeres, según los reportes estadísticos. Cada día, una mujer es asesinada en el país en una violencia que no para desde hace dos décadas.

Los 16 días de activismo en Honduras se producen este 2022 en un contexto de epidemia por violencia hacia las mujeres y crecientes demandas por hacer valer el derecho de la igualdad a la salud, a la educación, los derechos humanos, al empleo, a la alimentación, a la justicia; en síntesis, a una vida digna, justa y equitativa.

Las Naciones Unidas son del criterio que esa violencia contra las mujeres debe cesar y obligar a sus Estados miembros a impulsar acciones concretas para impulsar una “paz en los hogares” que frene la violencia en el ámbito de lo privado, pero que también genere condiciones de acceso e impartición de justicia como paso sustancial contra la impunidad en los crímenes y violencia contra las mujeres.

En los 16 días de activismo contra la violencia de género, las mujeres esperan que la presidenta Castro cumpla su promesa de reivindicación de sus derechos y encabece las actividades al respecto.

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